domingo, 22 de julio de 2012

DE PATITO FEO A CISNE

2002 nueva jersey
A sus 18 años Miley al igual que Liam eran los chicos más populares y guapos del Instituto. Mientras que Nick era el muchacho más tímido, desgarbado y carente de toda gracia, era algo así como el "Patito Feo", blanco ideal de toda broma
Aunque no llegara a ser una belleza, Miley era de rostro en verdad agradable. Alta, cinturita estrecha, buenos pechos y caderas bien desarrolladas, pero sin estridencias desagradables, y unas piernas largas, torneadas, sobre el habitual pedestal de unos zapatos de altísimo tacón deberemos concluir que resultaba una chica algo más que atractiva.
Por su parte Liam era un verdadero atleta. Alto, con casi 1,90 de estatura y algo más de ochenta kilos de peso, torso amplio, espaldas anchas, cintura estrecha, piernas largas, firmes y fuertes, de muslos y bíceps musculosos. Y como lo casi perfecto se atrae mutuamente como imán e hierro, a nadie le sorprenderá que Miley y Liam fueran novios; novios más o menos formales

Ambos personajes cursaban el último curso en un instituto, cuyo final y correspondiente aprobado, les permitiría acceder a la Universidad. Y, lógico, tampoco será sorprendente decir que ambos constituían el polo de atracción de la admiración, la envidia y, por qué no decirlo, la animadversión de más de uno y más de dos de los alumnos/as del citado Instituto. Y que, como es de esperar, eran la pareja más popular del Instituto. Ellos junto a algunos compañeros, conformaban el grupo de amigos que siempre solían andar juntos, en borracheras, fiestas y demás locuras nocturnas, acostumbrados entre los jovenzuelos/as de aquellos y estos años

En este grupo de jovenzuelos se encontraba Nick. El era otro chico de entre dieciocho años, pero para Liam venía a ser como el lado opuesto de la moneda. Pues Nick, “Ni-colas” como solía ser nombrado, no era ni alto ni bajo, ni grueso ni delgado, ni guapo ni feo, aunque eso sí, con menos gracia en su cuerpo serrano que un elefante en una cacharrería. Para nadie era un secreto que el bueno del “Ni-colas” se arrastraba por la hermosa diva, y para ella, menos que para nadie, se complacía en meterse con él de vez en cuando, haciéndole enrojecer hasta la punta del pelo con salidas como esta.


 Miley-. Nicky, cariño, no me mires con esos ojitos hermosos que tienes, que me derrites, y capas que uno de estos días te violo
Y ya no digamos cuando la broma llegaba al punto de ser Miley quien sacaba a bailar a “Nicky”, como ella solía llamarle, antes que “Ni-colas” pues entonces, con toda intención, se le pegaba tanto, acariciándole además la nuca y el pelo, hasta que lograba que el bueno de Nick se pusiera a tope, momento en que ella solía separarse de él y, riéndose a carcajadas
Miley-. Cuidado!! Que no soy de piedra, Nicky, y si me sigues arrimando “eso” de esta manera, no sé lo que hago…Me vuelves loca cuando me acercas “eso”
Se le había abultado el pantalón por cierto sitio, era de esas de las que se dice “De clase superior”, y de lo bien provocado que el bueno de Nick quedaba en tales momentos, más de una vez llegó a marcharse. Dejaba plantado a aquel grupo de nenes y nenas, de los que no estaba tan seguro de que, en verdad, fueran sus amigos, pues más parecía que, si le aceptaban, era porque de alguien había que reírse, y él parecía ser el mejor “payaso” que habían encontrado.
Aquel curso terminó y casi todo el grupito de amigos pasó  la Universidad, incluido Nick, aunque la aventura universitaria del muchacho acabó pronto, pues cuando apenas si acababa el primer semestre en la Universidad, su padre fue despedido del trabajo que, desde tiempo casi inmemorial, venía realizando como meritorio en una notaría, y allí seguía todavía cuando Nick accedió a la Universidad, pero ya como oficial de notarías. Pero sucedió que para esas fechas el notario se jubiló, pasando la notaría a un nuevo notario. Eso no era la primera vez que ocurría, pero las anteriores el nuevo titular había conservado al viejo equipo. Fue ese, el que acababa de hacerse cargo de la oficina, quien decidió despedir a casi toda la antigua plantilla, pues venía con la suya propia.
Y así quedó la familia, sin trabajo ni tampoco subsidio de desempleo, pues el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, a cambio de cotizaciones muy bajas, no contempla la prestación por desempleo. En principio, los padres no vieron la perspectiva muy mala del todo, pues contaban con ahorros que, de momento al menos, les garantizaban una vida cuando menos decorosa, por lo que quisieron que Nick siguiera estudiando, pero el muchacho lo declinó de plano, por lo que de inmediato dejó la Universidad, para intentar abrirse paso en la vida por otros medios.

En un principio Nick intentó encontrar trabajo; un empleo que le reportara un sueldo que, como mínimo, le permitiera ingresar en casa algún dinero. Pero la cosa laboral, no estaba nada clara. Sin ser como ahora, con la famosa crisis, lo cierto es que los empleos un tanto remunerados, desde luego, en los árboles no crecían. Y menos para un chaval con diecinueve años ya y sin experiencia ninguna de trabajo.
Así que poca cosa encontró, y con sueldos fatales, pues de repartidor a domicilio no pasaba nada y de los 400 dólares a la quincena, pues tampoco. Así y todo permaneció aquel año, desde Mayo más o menos, en una repostería de un cierto postín llevando pedidos y paquetes a mil y una casas. Por Navidades, sacó algo más, pues las propinas fueron menudeando, con lo que, cuando pasaron los Reyes, se vio con un pequeño capital, 30 dólares aparte del sueldo y la parte proporcional que de la extraordinaria de Navidad le correspondía.
Las celebraciones de Noche Vieja-Año Nuevo, marcaron la defunción del año 2002, y el nacimiento del 2003, año en el que la vida de Nick dio un giro rotundo que señalaría su definitivo rumbo. Digamos que el día tres, de Enero del año nuevo, le llegó la respuesta a una instancia que allá por Septiembre anterior presentara en el Gobierno Militar de Estados Unidos. La respuesta era un pasaporte para viajar, por cuenta del Estado, el día 1º de Febrero hasta la ciudad de San Francisco, California, para allí hacer las pruebas de acceso al Voluntariado Especial en la Armada Estadounidense, como Navy SEAL, Mar, Aire y Tierra de la Armada de los Estados Unidos (en ingles: United States Navy Sea, Air and Land)
Pasó las pruebas de ingreso, con lo que, directamente, quedó encuadrado en una brigada (compañía) iniciando de inmediato el periodo de Instrucción, tres meses, tras el cual, a primeros de Mayo, viajó de nuevo a Great Lakes – Illinois para hacer el curso de ascenso a cabo. Tras tres meses, finalizado ya el curso, obtuvo el galón de cabo y el diploma que certificaba su competencia técnica en receptores-transmisores de radio y teletipos.
Pero este fin de curso y de sus primeros seis meses en la Armada, tampoco significó que pudiera pasar una temporada de descanso junto a sus padres, pues en Boston sólo pudo pasar tres días. Fue una de las pocas excepciones entre los miembros del curso y promoción de cabos que no disfrutó de su permiso de verano, el mes de Agosto, pues él mismo solicitó destino en el buque oceanográfico “R/V Atlantis” que zarparía de Astoria, Oregón en los primeros días de Agosto para la campaña anual de diez meses consecutivos, seis de ellos en la Antártida.
Por qué eligió tal destino, embarcarse del tirón por espacio de, cuando menos, nueve meses? Sencillo. El había ido allí, a la Armada, porque es donde más dinero se gana, pero sólo si se navega y emprendiendo singladuras largas, de meses y meses, lejos de Estados unidos, pues se cobran “aguas”, dietas diarias, tanto más altas cuanto más lejos se navega. Y el “R/V Atlantis”, con sus singladuras de nueve meses mínimos, y hasta la Antártida
2011
Han pasado casi nueve años desde que Nick se alistara en la Armada, y allí sigue, pero ya no es cabo. En los tres primeros años hizo los cursos UNO y DOS, con lo que pudo lucir los galones de cabo y cabo 1º; a fines del tercer año, logró aprobar las oposiciones para seguir el curso TRES, en la Escuela de Fuerzas Especiales, en Carolina del Norte, con lo que tras cinco años de servicio vestía los galones de sargento. Para entonces, esgrimiendo su título de bachiller superior, opositó al ingreso en la Academia Naval Militar, en Annapolis, Maryland
En esa ocasión sí que pudo pasar unas vacaciones en su casa, Nueva Jersey, pues de llegar a casa a fines de Junio principios de Julio de vacaciones, venía además como disponible, al albedrío del Almirante Jefe de Personal, lo que quiere decir que no tenía destino determinado aún, quedando a la espera de que surgiera plaza libre en algún buque.

De más estará decir que, desde que saliera de la Universidad, casi diez años atrás, no había vuelto a saber nada de aquél grupito de jóvenes que fueran sus compañeros durante sus etapas estudiantiles, por lo que se llevó la mayor sorpresa de su vida cuando se topó de bruces con ella.
Había salido de casa por unos asuntos que debía resolver en las oficinas del NSWC; cuando acabó lo que allí le llevara, se dirigió hacia el metro, y se la encontró de frente. Sí, era Miley. Al instante se reconocieron pero, de momento, quedaron parados, sorprendidos los dos, pues encontrarse era lo último que ambos podían esperar.
Fue Nick quien primero se repuso del momentáneo estupor.
Nick-. Miley! Dios mío, eres tú! Cuánto tiempo, cuánto tiempo! Me alegro, miley me alegro mucho de volverte a ver
Nick se acerco hasta ella, dándole dos besos en las mejillas, uno en cada una. Miley, medio saliendo de la impresión al verle, correspondió a la atención de su viejo amigo, devolviéndole los dos besos.
Miley-. Sí, Nick, cuánto tiempo de no vernos
Nick-. Diez años casi. Pero qué bien te ves. Estás imponente, de verdad. eras guapa, pero ahora estás bastante más guapa que entonces; más, mucho más atractiva.
Entonces reparó en que la muchacha no estaba sola, pues más que a su lado, casi detrás de ella y cogida de la mano, había una niña de unos seis o siete años, que le miraba intrigada a la par que un tanto recelosa
Nick-. pero qué niña más guapa que veo por aquí!!!
Se acuclilló frente a la pequeña en intención de dedicarle algún cariño, pero la niña se apartó de él, aferrándose a las faldas de Miley entre pucheros al tiempo que se medio escondía tras la mujer
Nick-. Es tu hija, verdad? No hay más que verla; bien guapa que es, como la madre…Bendita sea la rama que al tronco sale!
Miley-. Es muy tímida con quienes no conoce. Enseguida se esconde tras de mis faldas. Cosas de niños!
Nick-. Sí; cosas de niños. No te preocupes, no tiene importancia.
Él se había levantado del suelo, pero aún miraba a la criatura. Se volvió hacia la madre diciendo
Nick-. Qué hermosa niña. Así que te casaste. Con Liam, claro…

Miley levantó la cabeza más con soberbia que con orgullo, y con los ojos llameantes y el tono de voz más cortante que el filo de una navaja barbera, espetó a Nick
Miley-. Sí, es mi hija, pero no estoy casada. Soy soltera; madre soltera y mi hija lo es de padre desconocido. Qué piensas? Que soy una zorra, claro; una mala hembra que se “abre de piernas” con cualquiera, no es eso? Y qué, tú también estás pensando en probar suerte, no?  Y por qué no. Soy soltera y tengo una hija; una hija sin marido, luego soy de las que “tragan”…No te apures, no serías el primero de aquellos “amigos” que piensa así, que pretende “coger” con la “sucia” de Miley… ¡Pero te equivocas; todos se equivocan! Sí, tengo una hija y soy soltera, pero no soy una “puta”… Ni una “chica fácil”… Me equivoqué una vez… Pero no me volveré a equivocar…
Nick estaba, más que pálido, casi lívido. Las palabras de Miley le habían hecho mucho daño. Pero no estalló en tormenta de ira, sino que respondió con calma, sin estridencias, sin malos modos ni voces altas. En forma fría, mesurada, contestó a las diatribas de la mujer  
Nick-. No tienes derecho a hablarme así, Miley. Cuándo te he ofendido yo? Cuándo me he portado mal contigo, cuándo te he faltado al respeto?... Si mal no recuerdo, fuiste tú quien alguna que otra vez lo hizo conmigo…Repito, Miley; me alegro de haberte vuelto a ver, pero perdona, que tengo algo de prisa. Hasta la vista. Que seas dichosa y encuentres la paz de espíritu, te deseo que mucha falta te hace. Adiós, mí querida  amiga…
Hizo una leve inclinación de cabeza y, con la cabeza muy alta, se marchó calle arriba, en busca de abordar el metro
Miley le vio alejarse, consciente de que se había equivocado otra vez, pues acababa de ser enteramente injusta con aquél hombre. Quiso ir tras de él, llamarle al menos; decirle que no se fuera, que la perdonara pues había sido majadera e injusta con él, pero no pudo. Se quedó allí, inmóvil, quieta, con la niña a sus pies. Luego se sentó, realmente desalentada, en un banco de la calle que junto a ella allí había.
Se sentía mal, no sólo por la injusticia cometida, sino también, y de manera muy particular, porque intuyó que, muy probablemente, acababa de espantar de su lado al, tal vez, único amigo de verdad que le quedaba. Tan mal se llegó a sentir que hasta las lágrimas pugnaron por correr a lo largo de sus mejillas
La niña se le acercó un tanto desorientada, pues perfectamente percibía que su mamá estaba triste, y no se explicaba la razón de aquello
*****-. Qué te pasa mamá? Es malo ese señor?
Miley miró a su hija; le tendió la mano y la atrajo hacia sí, hasta acogerla en su regazo, sentándola sobre sus muslos
Miley-. No Elena, el señor no es malo. Es muy bueno y quiere mucho a mamá… Pero mamá sí ha sido mala con él…Le…le he hecho mucho daño
Amalia-. Pues yo no he visto que le pegaras
El comentario de la niña puso una leve sonrisa en sus labios
Miley-. No hija; no le he pegado. Pero ¿sabes?... Los mayores a veces somos muy tontos, y le hacemos daño, a quién nos quiere, sin razón ni motivo
La vieja pasión, el amor que Miley despertara años atrás en Nick, últimamente estaba muy diluida, casi olvidada en el pasado; la actividad desarrollada por él a lo largo de esos diez años transcurridos fue borrando el recuerdo de aquél amor primero. Pero al volver a encontrarla, a verla, tan bella, tan espléndida, reavivó lo que fuera un día lejano. Así, que volvió a casa desazonado; en primer lugar, por la forma de tratarle de ella, sin razón ni motivo; pero también porque recordó el cosquilleo en el alma de otros tiempos. Y es que, no nos engañemos, Miley estaba para eso y para bastante más.
Así, en un querer y no querer, fueron transcurriendo los días, cuando una mañana, a eso de las doce del medio día, su madre, muy misteriosa, entró en su cuarto a decirle que tenía una llamada telefónica
*****-. Creo que es Miley, aquella chica, compañera del instituto, que tanto te gustaba
Nick se quedó de una pieza al oírla pero, no obstante, saltó del sitio donde estaba, como impulsado por algo.
Sí, era Miley, que le llamaba para disculparse por su actitud del otro día. Nick la tranquilizó, diciéndole que no se preocupara, pues sabía que no había mala voluntad en su acción. No era muy exacto lo que le decía, pero quería suavizar las cosas con la chica. Dio resultado su estrategia cuando Miley le agradecía, su comprensión hacia ella. Entonces él se decidió a hacer lo que nunca se le ocurriera: Proponerle verse un día, sólo un momento, desde luego, para tomar algo y recordar los viejos tiempos. Entonces Miley se quedó un momento en silencio, como pensando la propuesta, para decirle al cabo de un minuto
Miley-. No estarás casado…o lo que sea, verdad?
Nick se rió con ganas ante los escrúpulos de la muchacha
Nick-. No Miley no estoy casado, ni nada por ese estilo. Soltero y sin compromiso, qué le voy a hacer. Es que no te acuerdas quién soy? Soy Nick, Ni-colas, el que no se “comía ni una rosca”… Y sigo así cariño, qué quieres que le haga. Es mi zona!...
Ahora quien se rió con ganas fue ella, aunque mejor sería decir que fueron los dos los que se rieron a mandíbula batiente. Y sí, quedaron para un par de días después en una cafetería de la calle Ridgewood
Estuvieron en la cafetería una par de horas, puede que algo más, y luego anduvieron paseando por la zona hasta algo más de las diez de la noche. Hablaron mucho, aunque bastante más de lo sucedido a ambos desde que Nick dejó el instituto que de lo vivido por los dos cuando compartían clase en el centro escolar.
Así, Nick supo cómo casi todo el antiguo grupo de amigos accedió a la universidad, y cómo, a poco de comenzar el tercer curso de Arquitectura, Miley comunicó a Liam que estaba embarazada de él, de unos dos meses, y cómo entonces el novio la dejó en la estacada al negarse ella, rotundamente, a abortar, tal y como Liam le demandó.
Miley dio a luz a su hija, pero ello no fue obstrucción para que acabara la carrera, con un año de retraso, sí, pero logró licenciarse en Arquitectura, completando su titulación universitaria con un Máster de post-grado, lo que le reportó un sólido empleo en una de las más prestigiosas empresas constructoras de Estados Unidos, con el consiguiente bien pasar de que para entonces disponía.
Y, lógico, también Miley conoció el pasado de Nick, quedándose de una pieza cuando se enteró de sus andanzas por esos mares de Dios, y todavía más cuando él le dijo que acababa de obtener el puesto de oficial de la Armada. No podía creer que aquél chico tímido y hasta soso que ella en tiempos conociera, fuera de esa especie de aventurero, surcador de los bravíos mares y que hasta a la Antártida navegara.
Él a eso repuso que no había dejado de ser tímido y más o menos sosegado, pero que aquella vida, siempre navegando, y cuando no estudiando en las escuelas militares de la Marina le había cautivado. Sólo era tímido y casi soso cuando trataba, sobre todo a chicas, fuera del servicio, pues a bordo de un buque y con el uniforme y las insignias de mando encima, de todo aquello nada de nada, pues ni se cortaba ni dudaba al obedecer y hacer obedecer las órdenes precisas.
Tal repuesta provocó un casi ataque de risa en Miley, haciéndola decir
Miley-. No me digas que has resultado un sargento come pollas, Nicky, (otra vez el dichoso diminutivo, se dijo Nick al oírlo), que no me lo creo –riéndose
Y claro, Nick torció algo el gesto mientras decía, mucho más en broma que otra cosa
Nick-. Sigues siendo igual de cruel conmigo, Miley…Pero…En qué mala opinión que me tienes!
Miley-. Vamos Nicky, (y dale con lo mismo, se dijo otra vez Nick), no te enojes conmigo que ya sabes que eso no te va…
Cuando se separaron, Nick no es que se revelara como un valiente, sino que hasta se diría que heroico, pues incluso se atrevió a sugerirle a la muchacha volver a verse alguna que otra vez, a lo que ella, jovial, respondió
Miley-. No veo por qué no. Espera que te dé el número de mi móvil.
No transcurrieron muchos días hasta que Nick llamo a Miley, proponiéndole salir a comer el siguiente sábado; pero ella le respondió que no podría ser, pues sus padres saldrían fuera ese fin de semana a ver a su hermano y su cuñada, que hacía poco habían sido padres por tercera vez, y los abuelos añoraban conocer a su nuevo nieto, así como de sus hermanos, más si cabe que de su propio hijo y que no tendría quien le cuidara a la niña.
Pero de nuevo Nick se destapó como persona de recursos, cuando le respondió
Nick-. Y por qué no te la traes. Podríamos ir a comer a la Casa de Campo, a uno de los restaurantes o un puestecillo del Zoológico o del Parque de Atracciones… Seguro que la niña se divertirá mucho…Por cierto, ¿cómo se llama? Bueno, creo que es una tontería lo que he preguntado, pues cómo ha de llamarse sino Miley, como la mamá ¿Verdad?
Pues se equivoca usted, caballero, que se llama Elena, como mi madre. Ella se empeñó en llamarme Miley en honor a su suegra, mi abuela paterna, y como una deferencia hacia su marido, por lo que yo a mi hija le puse el nombre de mamá…Y respecto a lo que me dices, pues no sé…No me parece bien que cargues con la niña toda la tarde del sábado.
Nick-. Pero qué dices! ¡Si a mí los niños me encantan!… Por si no lo sabes, soy un apegado a los niños!... Nada, nada, te la traes… Ya verás lo bien que se lo va a pasar; lo bien que nos lo vamos a pasar los tres…
Miley quedó desarmada, sin argumentos ante aquél Nick tan diferente al que antaño conociera… Y claro, quedaron en verse el próximo sábado, para comer los tres juntos.
Cuando Miley colgó el teléfono se quedó junto a él, sentándose en una silla que al lado había, en tanto que una sonrisa lucía en sus labios. La verdad es que le había agradado mucho que Nick insistiera en que llevara consigo a su hija, pues eso le demostraba, palmariamente, que en su interés por ella no se había esfumado, nada impuro había en ese interés. Porque de que el muchacho estaba más que interesado en ella, a Miley no le cabía duda alguna.  Desde el primer momento, el primer día lo supo: Nick, “Nicky”, seguía tan loco por ella como antes lo estuviera… Sin quererlo, se dijo para sí misma: “Qué buena persona es”·… Y de inmediato, recordó los desplantes, las burlas que entonces, diez años atrás, le dedicara… Y de nuevo se dijo a sí misma: “Qué tonta, y qué imbécil fui”…“Y qué mala persona también”…Luego, pensando en Nick,  incluso se dijo que: “Viéndolo bien, tampoco estaba tan mal. Y menos con él entrenamiento que se había dado”…Era lo doble que antes y no por grasa, sino de musculatura y altura.
Ese sábado siguiente fueron a comer al Parque de Atracciones, y allí pasaron casi toda la tarde. Para Elena, la hija de Miley, aquella tarde fue una maravilla pues apenas si paró de montarse en las atracciones. Miley estaba igual de maravillada, pero también algo enfadada, pues Nick no paraba de consentirle caprichos a la niña, induciéndola incluso a pedir más y más cosas. A las claras se veía que el hombre estaba disfrutando estar con la niña
Miley le decía a su amigo que la estaba malcriando, pues a los niños no se les debe de consentir tanto, y él le respondía que no se preocupara, pues un día era sólo eso, un día. Miley protestaba por lo condescendiente que era Nick con su hija, pero en el fondo de su ser, le agradaba un montón la actitud de él para con su hija…
Aquella tarde se fue repitiendo a lo largo de los días, las semanas de aquél mes de Julio, pues eso de salir a comer los tres juntos se hizo lo cotidiano de cada sábado y cada domingo a partir de aquel primero, pero es que las salidas de los tres, o de los dos solamente, Nick y Miley, empezaron a hacerse más a menudo hasta el punto de repetirse diariamente. La Casa de Campo, en su Parque de Atracciones, su Parque Zoológico, su lago, sus caminos, paseos y zonas arboladas, unas veces, las menos, cubiertas de suave y mullida hierba, otras, las más, por arbustos o simple maleza, sin descontar sus calveros pelados, llenos sólo de tierra más o menos apisona, se convirtió en su habitual “zona de operaciones”, aunque alternándolo no pocos días con alguna que otra cafetería, donde la niña, Elena, se ponía “morada” de helados y otros dulces.

Julio fue transcurriendo, y tras de Julio llegó Agosto; en la tarde de uno de sus domingos, estaban los tres en una de esas escasas áreas donde la arboleda está plantada sobre un pequeño mar de hierba, con la niña Elena correteando, saltando, revolcándose y, en definitiva, jugando, y ellos dos, Miley y Nick, tumbados boca arriba sobre la hierba, pero sin perder de vista a la pequeña.
Tras un tiempo en el que ambos se mantuvieron callados
Miley-. Perdóname Nick
él, que tuviera la vista prendida en el azul de un cielo sin siquiera una nube, se volvió intrigado hacia ella, que también le miraba entonces, mientras su rostro reflejaba la sorpresa que la aseveración de ella le causara
Nick-. Perdonarte…De qué?...Por qué?
Miley-.Por lo mal que te traté tiempo atrás
Nick-. Ah!... No tengo nada que perdonarte…nada, nada en absoluto
Miley-. Sí Nick, sí. Fui mala, muy mala contigo… Me burlé mucho de ti… Ahora lo sé y me arrepiento…Perdóname Nick, por favor, perdóname…
Nick-. No Miley, no hay nada que perdonar… De aquello, ya ni me acuerdo… Bueno, no; eso no es verdad. si me acuerdo de los arrimones que, entonces me metías!...Eran deliciosos…Lo mejor de mis recuerdos…Tenerte tan cerquita de mí; tan pegadita a mí, sintiendo el calor, la embriagadora fragancia de tu cuerpo…-riendo al recordar –Y cómo me ponías!... ¡A tope de verdad!... ¡Y no veas los dolores de escroto que me sobrevenían luego!...
Miley-. Nick!!! Eres un cerdo por recordar eso!!!!!...Dios y qué vergüenza!!!...
Rieron los dos una vez más y luego se quedaron silenciosos, mirándose intensamente el uno al otro. Pasaron así unos instantes, como si los dos, hubieran quedado atrapados en una especie de círculo mágico. El sortilegio se rompió a medias cuando la voz de él se hizo oír
Nick-.Te quiero Miley…
Miley-.Lo sé…Sabes? La vida, a veces, es muy injusta. Deseo quererte; amarte igual que tú a mí, pero no puedo…Lo siento; de verdad que lo siento, pero sólo me atraes como amigo, como hombre no…
Nick quedó callado unos minutos, mirando al cielo; luego se volvió hacia ella, que no había dejado de mirarle en todos esos momentos. La tomó de una mano y le dijo
Nick-. No te preocupes. En los sentimientos no se manda, Miley. Son espontáneos y no se someten a raciocinio que valga…Uno o una, se enamora porque sí, porque así sucede, y no porque uno o una, se lo proponga…
Nick se medio incorporó, volviéndose hacia Miley y llevó una de sus manos a su rostro, acariciándolo. Luego acercó su propio rostro al de ella, y la besó en la mejilla.
l buque R/V Oceanus al que debía incorporarse al otro lunes a más tardar. De modo que en la noche del domingo siguiente estaban en la estación del Norte, para despedir a Nick, tanto sus padres como Miley
Nick-. No te preocupes Miley, que todo está bien. Al menos, creo que, como amigos, me quieres un poco…Incluso, puede que un mucho
Miley-. Gracias Nick…Eres una gran persona…Y sí; como amigo, te quiero mucho…
Se dice que en esta vida todo acaba por llegar, y la asignación de destino a Nick también llegó. Fue un telegrama del Cuartel General de la Armada, Mando de Personal, llegado el martes siguiente, por el que se le destinaba a
La semana precedente había transcurrido como de costumbre, con los dos juntos, al menos, casi todas las tardes; con la niña Elena desde el mismo martes hasta el viernes, ellos dos solos el sábado y el domingo. Desde las once de la mañana hasta más allá de la medianoche el sábado y de once de la mañana a esa hora, de las diez y bastante de la noche, el domingo.
Sobre todo ese domingo hablaron poco y se miraron mucho. Sí, mucho se miraron, pero más aún acarició Nick a Miley; caricias de lo más limpias, sin asomo de erotismo en ellas, pero colmadas de ternura y cariño, pues todo fue acariciarle las mejillas, el pelo, con las manos, y, pasándole el brazo por la cintura, arrimarla hacia sí, estrechándola contra su hombro, con lo que Miley dejaba descansar su cabeza entre el omóplato y el pecho de Nick. Y es que la congoja que aquejaba a la mujer era más que evidente
Nick-. Pero qué te pasa Miley?…No es para tanto mujer… Anda, no seas tonta, y alegra esa cara…
Miley-. Es que me he acostumbrado a estar contigo; de verdad Nick, que daría algo grande porque no te tuvieras que marchar…
Nick-. Vamos, vamos, linda!!! Que cualquiera diría que se te va el novio a la guerra!!!
Miley entonces soltó una risita nerviosa y su rostro se arreboló cual el de una colegiala a la que sorprendieran besándose con su primer novio
Nick-. No, si a este paso hasta casi voy a creer que te estás enamorando de mí!...-burlándose
Y aquí el rojo fuego del rostro de Miley, casi, casi, que cambia a rojo bermellón.
En la estación llegó al fin la hora en que el tren estaba a punto de arrancar, con lo que llegaron los últimos besos y abrazos entre viajeros y personas próximas. Entonces, en esos últimos momentos, con Nick ya encaramado al vagón, en la plataforma de acceso y junto a la puerta abierta, Miley le dijo, casi suplicando
Miley-. Me escribirás?...
Nick-. Cada día Miley; tenlo por seguro. Y alegra esa cara, que ya verás; en nada estaré aquí de nuevo. Seguro que el próximo fin de semana. Ya verás; el viernes te llamaré tan pronto esté en Nueva Jersey para que quedemos…
El tren por fin arrancó; con marcha lenta, lenta, en principio, para, casi de inmediato, ir tomando más y más velocidad. Miley, tan pronto el convoy echó a andar, corrió andén adelante tras la puerta donde, abierta aún, Nick agitaba la mano despidiéndose, al tiempo que le gritaba mientras corría
Miley-.Te quiero Nick! Te quiero! En verdad te quiero!...
A Nick le pareció escuchar ese “Te Quiero”, pero no le hizo mucho caso…Sí, lo sabía; sabía que le quería y también sabía que le quería mucho…Pero como amigo…
Al viernes siguiente, Nick no pudo ir a Nueva Jersey, tal y como le dijo a Miley, porque ese mismo viernes el buque R/V Oceanus zarpó del puerto de Filadelfia rumbo al Atlántico Norte para integrarse en una agrupación naval de la RIMPAC y participar en una serie de maniobras anti-submarinas y de defensa aérea que lo mantuvo alejado de Estados Unidos hasta el doce de Diciembre, cuando por fin regresó a Filadelfia. Haciendo, que los cuatro días hasta su vuelta que Nick le prometiera a Miley, al final se convirtieron en cuatro meses. Cosas por ser profesional de la Armada; o de la mar en general, y si no que se lo digan las esposas y madres de los pescadores de altura, los grandes buques.
Desde el último puerto que tocaron, ya en viaje de regreso a Filadelfia, Nick llamó a Miley para decirle que en tres o cuatro días, cinco a lo mucho, estaría de vuelta en Filadelfia, y su sorpresa fue inmensa cuando, bajando por la escalerilla del barco, la divisó entre el gentío reunido a pie de muelle. No podía dar crédito a sus ojos: Ella allí, en Filadelfia, esperándole
Si él corrió al encuentro de ella, Miley no se quedó atrás volando más que corriendo hacia el que ya, sin duda alguna, era también su amado. Pero como para Nick ese “detalle” todavía estaba un tanto bastante oscuro, le sorprendió cuando ella, al llegar junto a él, le saltó al cuello, robándole un beso de esos que hacen época, no sabía si aquello lo estaba viviendo o lo soñaba; aunque, se decía, “a lo mejor me he muerto, he ido al cielo, y yo, sin idea de todo ello.” En fin, que de momento al menos, aprovecharía aquello. La tomo de la cintura pegándola mas a él y profundizando aquel beso.
Aquella misma tarde reservaron habitación en un hotel, en Filadelfia. Aprovechando el tiempo antes de regresar a Nueva Jersey  donde, por vez primera, durmieron juntos. Como felizmente decía Miley, aquella fue su “Noche de Bodas”, aunque la ceremonia, no tuvo lugar hasta mes y medio después
Y cuando todavía no hacía ni ocho meses desde la boda, Miley dio a luz al primer hijo que tuvo de Nick, al que el padre, para no variar, no pudo conocer hasta que la criatura tenía ya más de tres meses, pues en ese gran momento de su vida estaba en la mar, en el Mediterráneo

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este one shot esta dedicado a MAYI...
coraxonn no puedo comentar en tu blog mi compu chafa es la culpable...enfin es pero que disfrutes esto
por cierto...esta largo para compensar lo que no he escrito en todo este tiempo en tus noves
EL AMOR Y LA PASION DOLOROSA  me encantoo!!!! de verdad....
COMENTEN SI LES GUSTA!!!!!!!!!!!!! O ME PONDREE TRIZTE

1 comentario:

  1. ohh ya me lei los shot pero ando canzada es tarde luejo le sigo geniales me encantaron bueno el otro me intimido de lo pever pero es normar si eres Niley Fan :p

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Holaa Chicaas(: Graciaas por dejaar suus comentarioos,, Sigaan asii porfaas Graciaas Luna&Mimi laas amaan'♥