FANTASIA EROTICA

Miley bajo del coche, dejó ver sus largas y blancas piernas calzadas con unos tacones de casi diez centímetros. Anduvo pocos metros hasta la puerta del local. Pudo ver la mirada lujuriosa de los dos porteros que le franquearon la puerta. Traspasó el umbral en semi-penumbras sonrió al escuchar los cuchicheos de los porteros a sus espaldas.

El local se desplegó en todo su esplendor ante sus ojos. Dominaban los tonos rojos de sus paredes que enmarcaban multitud de espejos que producían un efecto visual interesante. El local, sin ser pequeño, parecía mucho más grande de lo que en realidad era. Miley se fijó en que a pesar de no estar a rebosar, el local estaba casi lleno de gente. Vio la barra al fondo a la izquierda y un banquillo alto libre. Se dirigió hacia su asiento, no pudiendo evitar atraer las miradas de todos los hombres de la sala.

Miley era una mujer voluptuosa, de formas lujuriosas, era todo lo que un hombre podía desear en una mujer. Una cara bonita, con una boca hecha para el pecado, y una mirada capaz de derretir al más frío de los mortales. Una larga cabellera castaña caía lánguidamente a su espalda hasta casi tocar el nacimiento de su bello trasero. Miley vestía esa noche un vestido rojo que dejaba entrever sus perfectas formas femeninas. Un gran escote permitía divisar sus grandes y hermosos pechos, casi se podía adivinar la sombra de los pezones si se ponía la suficiente atención. Más abajo unas piernas muy bien formadas nacían al borde del vestido, un borde que quedaba lo suficientemente alto como para que al agacharse se pudieran adivinar las formas redondeadas de su hermoso trasero. Un culo dirían algunos, muy bien puesto, respingón decía la propia Miley, era en realidad  un culo para ser cabalgado sin compasión, duro y bien alzado.

Se sentó en su butaca. Un camarero acudió raudo  y solícito a su encuentro.

*****-. ¿Qué te apetece tomar, lindura?

Miley-. Un ron con cola estaría bien para empezar la noche.

*****-. ¡Marchando un ron con cola para esta belleza!

Miley sonrió ligeramente, el camarero no dejaba de mirarle las tetas. “Vamos a divertirnos un poco”  pensó para sí misma. Miley se agachó un poco hacia adelante, como para rascarse la rodilla, dejando a la vista su generoso escote e incluso un poco de su pezón derecho. Esa noche había decidido dejar el sujetador en casa, tenía ganas de poner calientes a los hombres que se cruzaran por su camino. Miró de reojo, vio como el camarero se había quedado pasmado mirándole el escote. No pudo evitar mojarse, sintió como el diminuto tanga se mojaba y entraba ligeramente dentro de su depilado coñito. Estaba muy caliente, y más caliente se ponía cuando pensaba en lo que le esperaba esa noche.

Miley fue asaltada durante una hora por muchos de los hombres que había en el local. Varios se habían congregado a su espalda y la observaban detenidamente, no pudo evitar escuchar lo que uno de ellos decía.

+++++-. Mirar que mujer.

*****-. Ya lo sé.  Uuuff!! Está de infarto.

+++++-. Tiene un culo de muerte

*****-. A mí lo que más me gusta son sus tetas. Pondría con gusto mi rabo entre ellas para que me hiciera una cubana con final feliz.

Miley se imaginó sus tetas cubiertas de semen. Ya se habían corrido encima de ellas no hacía mucho. No pudo evitar mojarse al saber que todos esos hombres se la estaban imaginando desnuda y follándola sin compasión.

Había dado calabazas a todos y cada uno de los tíos que la habían asaltado, algunos estaban muy buenos, pero no eran lo que ella estaba esperando. Miró el reloj, la hora estaba cerca. Miley se puso cachonda al pensar en lo que iba a ocurrir en poco tiempo.

******-. Perdona…

Miley se dio la vuelta, el corazón le dio un vuelco. Había estado tan abstraída en sus propios pensamientos que no se había dado cuenta. Por fin había llegado su hombre.

Miley-. Esto... hola ¿qué tal?- preguntó apenas recuperada de la sorpresa.

Nick-. Bien, esperando que me atienda el camarero, llevo ya un rato y no hay manera. Perdona que te moleste, pero he estado observándote y me he dado cuenta de que el mismo camarero que se empeña en ignorarme, vuela cuando tú quieres pedir algo. Así que si eres tan amable, podrías…

Miley-. Por supuesto. ¿Qué quieres?

Nick no pudo evitar mirar a Miley. Pensó que estaba preciosa y más sexi que nunca.

Nick-. Voy a tomar un cacique con cola, gracias.

El camarero acudió rápidamente, tal y como era de prever. Nick se fijó en que no paraba de mirarle las tetas a Miley, eso le puso cachondo, “pobre iluso” pensó para sí mismo.

Miley-. Aquí tienes tu cacique con cola. Eh…mmm…?

Nick-. Nick... Me llamo Nick ¿y tú?

Miley-. Miley

Se dieron un beso en la mejilla. Miley restregó descaradamente las tetas en el pecho de Nick, que no pudo evitar empalmarse.

Nick-. Veo que no paran de acosarte –señalando a los babosos que había tras ella.

Miley-. Si bueno. La verdad es que son un poco pesados

Nick-. Debes de disculparles. Es comprensible, ¿acaso no te has mirado a un espejo?

Miley-. ¿Qué quieres decir? –preguntó haciéndose la inocente.

Nick-. Lo que quiero decir, es que eres una mujer tremendamente sexy y que no es de extrañar que tengas a esta corte de babosos tras de ti.

Miley-. Muchas gracias Nick.

Nick-. No se merecen –dijo acercando su boca al oído de Miley –todo el mérito es tuyo. Tienes un cuerpo que quita el hipo.

Miley, que para entonces ya estaba mojada completamente no pudo evitar sentir como los pezones se le ponían duros al escuchar las palabras de Nick.

Miley-. Y tú que eres Nick?

Nick-. Qué quieres decir?

Miley-. Eres otro baboso? –dijo mientras miraba a Nick con cara viciosa.

Nick-.Yo no soy como esos. Yo si alguna chica me gusta no baboseo, voy a por ella directamente.

Miley-. Y sueles tener suerte?

Nick-. Algunas veces. Pero ahora mismo lo único que me importa es tener suerte esta noche.

Miley-. Y ya has elegido la víctima?

Nick se volvió a acercar a Miley y le dijo al oído mientras deslizaba audazmente su mano bajo el vestido “la víctima eres tú preciosa” y sin decir nada más abandonó la barra y se dirigió a los servicios.

Miley reprimió un escalofrió de excitación. Nick había metido la mano bajo el vestido y había deslizado el dedo por su húmeda rajita. Todavía le parecía sentir el calor de su mano entre sus piernas. Se levantó de su butaca y se dirigió tras los pasos de Nick, hacia los servicios de hombres.

Abrió la puerta de los lavabos. Pero alguien la cogió y la sujetó contra la pared.

Nick-. Has visto como vas vestida cariño?

Miley-. Voy lo suficientemente putita?

Nick-. Vas muy puta amor. Tienes que haber puesto duras más de una polla ahí afuera.

Miley-. Las he puesto todas duras cariño, ni te imaginas las cosas que decían a mi espalda y la de tíos que me han visto.

Nick-. Cómo no te van a mirar cielo? Cualquiera con una polla entre las piernas estaría deseando clavártela.

Miley-. Estás excitado?

Nick-. Mucho cielo. Me encanta que te vistas como una puta, me da mucho morbo que te miren e imaginen cosas, porque sé que al final quien se folla a esta putita soy yo.

Miley-. Así es amor, la única polla que quiero es la tuya.

Nick-. Dime te has puesto cachonda con el jueguecito?

Miley-. Pues claro, si vieras como me miraban las tetas…

Nick-. Te enciende que te miren?

Miley-.Claro que si cielo, pero al único que deseo es a ti.

Nick-. Entonces  arrodíllate cariño, vas a tener lo que deseas.

Miley se arrodilló ante Nick, le abrió lentamente la cremallera del pantalón sin dejar de mirarle a los ojos. Metió la mano y sacó la gruesa polla de Nick, la contempló con deleite. Le encantaba mamársela a su novio, disfrutaba al notar como crecía dentro de su boca, le gustaba lamer la polla mientras sostenía con la otra mano sus huevos. Estuvo un buen rato chupándole la polla a Nick, se la metía toda en la boca y le apretaba el culo para que se la clavara más adentro, sabía que eso ponía muy cachondo a su marido. De vez en cuando se dedicaba también a los huevos, los lamía y succionaba con gran placer para Nick y para ella misma. A esas alturas tenía el coño totalmente empapado.

Finalmente se levantó

Miley-. Ahora te toca a ti cariño.

Nick-. Por supuesto cielo, estoy deseando saborear tus juguitos.

Nick subió el vestido de su chica y le quitó el tanguita, a continuación la subió a lo alto de un lavabo y le abrió las piernas. Entonces comenzó a lamerle la rajita, se dedicó de lleno al clítoris, pudo notar como Miley se estremecía de placer, pero lo mejor vino cuando le metió un dedo en el coño y comenzó un mete-saca a la vez que le chupaba el botoncito del placer.

Nick-. Te gusta cielo?

Miley-. Uffff me encanta –dijo entre jadeos- continúa por favor, sigue jodiendome con tu maravilloso dedito.

Nick deslizaba su lengua por el clítoris de Miley mientras le follaba el coñito con el dedo. A Nick le encantaba lamerle el coño a su mujer, disfrutaba saboreando sus jugos, lo que más lo excitaba era cuando Miley se corría en su boca y justo eso era lo que estaba a punto de ocurrir. Ella cogió la cabeza de Nick por los pelos y se la apretó más contra el coño. Notaba la lengua de él dándole caña y su dedito follándola, estaba a punto de correrse y así se lo hizo saber.

Miley-.Dios Nick, estoy a punto de correrme!

Nick-. Hazlo cielo, estoy deseando saborearte.

El orgasmo llegó a Miley como una locomotora a toda velocidad. Notó un calor inmenso dentro de sí misma y sintió como se derramaba en la boca de Nick, que lamía con fruición su depilado coñito que ahora chorreaba como loco. Él notó como su esposa se corría, saboreó su corrida calentita mientras la follaba ahora más rápido con su dedito.

Finalmente Nick se levantó, apoyó a Miley contra el lavabo, de cara al espejo y apoyó la polla a la entrada de su coño. Notó como Nick la penetraba lentamente, no pudo resistirlo más y terminó ella empalándose hasta el fondo. La polla de Nick la llenó totalmente y entonces comenzó a follarla duro y sin compasión. Miley notaba como la gorda polla entraba y salía de su coñito chorreante. Entonces Nick le sacó las tetas de su vestido. Le encantaba ver como las preciosas tetas de su mujer se movían adelante y atrás, al ritmo de sus embestidas.

Nick-. Ufff, me encantan las tetas de mi putita!!!!!

Miley-. Te gustan cielo?

Nick-. Claro que me gustan, estoy orgullosísimo de ellas.

Miley-. Pues me alegro, porque son solo tuyas.

Nick-. Pues claro que son mías. Te las han mirado mucho esta noche putita?

Miley-. Ni te lo imaginas, me han desgastado las tetas de tanto mirarlas.

Nick-. Me pones muy caliente contándome eso cielo.

Miley-. Ya lo sé, por eso lo hago, disfruto una barbaridad poniéndote bien caliente.

Nick-. Pues lo haces muy bien, me pones muy cachondo vistiendo como una putita.

Miley sabía perfectamente que a Nick le daba morbo  exhibirla. Le gustaba presumir de hembra, le excitaba que los hombres le miraran las tetas o el culo y que se imaginaran guarradas con ella, porque sabía que al final el que se beneficiaba esas tetitas y ese culito era él. A Miley le encantaba ponerle cachondo y además no podía evitar calentarse al saber que los hombres la miraban. Por eso se vestía como una buena puta, porque ponía muy cachondo a Nick y luego le pegaba unas folladas increíbles mientras comentaban la jugada.

Miley-. Soy tu putita cariño y me visto como una puta si eso es lo que te gusta.

Nick-. Es lo que me gusta cielo, y lo haces muy bien, eres la mejor puta del mundo.

Miley-. No lo dudes amor. Y ahora fóllame fuerte como solo tú sabes hacerlo

Nick comenzó a follarla más fuerte todavía. Miley notaba las manos de él agarradas a su cintura y los empujones de su polla que le llegaban hasta lo más hondo, poco a poco notó como un calor le subía por dentro. De repente notó como el dedo de Nick empezaba a jugar con su botoncito, no pudo resistirlo. Le encantaba que la follara a cuatro patas mientras le acariciaba el clítoris.

Miley-. Dios, voy a correrme cariño!!- casi gritando

Nick-. Y yo amor, también me corrooooo!

Miley casi se desmaya del enorme orgasmo que tuvo y casi se muere de placer al notar como Nick soltaba una enorme corrida calentita dentro de su coño.

Nick-. Me corro amooor!

Miley-. Si. Córrete dentro de miiiii!!!!!!!!

A ella le encantaba que Nick le dijera todo tipo de guarradas, mientras más la tratara como a una guarra y más cerdadas le contará, más disfrutaba. Finalmente los dos quedaron apoyados el uno junto al otro, totalmente exhaustos. Nick sacó la polla de dentro de su mujer. Ella notó que la corrida se escapaba al sacar él la polla, sintió como la corrida le bajaba por la pierna. Decidió dejarla allí, que alguno la viera y se cascara una paja pensando en ello si quería.

Ambos se vistieron y salieron abrazados de los servicios. Los babosos no pudieron evitar mirar con envidia a Nick que iba del brazo de la mujer más deseada de todo el local.

*****-. Mira! –gritó uno de ellos al grupo.

++++-. Qué, qué? – preguntó otro

******-. Algo le baja por las piernas a la maciza.

·······-.Eso es… ¡Dios mío, se la acaba de follar el muy cabrón!

Lucía y Fran se dieron la vuelta entonces y se besaron succionando sus lenguas, después miraron a los babosos y les guiñaron un ojo, luego se dieron la vuelta, salieron del local y se perdieron en la oscuridad de la noche. Los porteros no dejaron de oír sus risas hasta que la pareja no giró la esquina.

*****-. Los hay con suerte.

········-. Ni que lo digas compañero, y mientras nosotros aquí viendo pasar la gente….

******-. Si es que somos unos desgraciados….

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disfrutenlo y pliiisss comenten!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

este primero va dedicado a SARIS que fue quien me dio la idea de que hacer