martes, 26 de junio de 2012

AMIGOS Y AMANTES CAP 26


Como último recurso, Miley golpeo él orgullo de Logan con la rodilla este se separo y ella le dio una cachetada. Por el golpe y la aturdida de la bebida, la cachetada lo mando al suelo

Miley-.que te quede claro –estaba muy enojada. “La Miley dulce ha desaparecido”, pensó Logan asustado –yo amo a Nick y estoy ahora con él. Lo nuestro, Logan, se acabo hace años. Tú lo terminaste. Afróntalo – le espeto

Logan-. Ahora sentirás pena por mí? – tratando de levantarse. Pero al perecer estaba en un muy mal estado, que las piernas no le respondían. Así que se recargo en la pared, quedando frente a Miley

Miley-. Créeme que lo último que sentiré por ti será asco. Pero pena…ya nunca. Y pide a Dios que Selena no se entere de esto. No es una simple chica encaprichada como tú lo piensas, es mucho más que eso. Que lastima que no la sepas valorar y que vaya a desperdiciar sus mejores momentos contigo –tras decir esto, se fue. Dejando a Logan allí tirado, pensando en lo que acababa de decir.

Miley se coló tras el escenario para ver mejor a Nick.
Al igual que las mujeres, los hombres estaban en fila sobre el escenario. Uno a uno presentándose.
Cuando llego el momento de Nick…

Miley-.suerte Nick –susurro

Nick dio un paso adelante, tomo el micrófono y pregunto

Nick-.Delta? Delta Goodrem está aquí?

Miley-.qué?! –sin entender

Y de pronto una exuberante rubia, apenada, se levanto de entre el público

Nick-. Le sonrió sensualmente –sabia que estarías aquí. Ven al escenario un momento

Miley apenas si noto que los encargados del escenario estaban a su lado. Los celos la invadían, pues sabía perfectamente quien era ella

Encargado 1-. Pero qué demonios está haciendo? –preocupado
Encargado 2-.dejalo –tranquilo y cruzado de brazos –Los espectadores están tan atentos que no podemos detenerlo. Solo veamos que hace. Tal vez aumente su tarifa o la del programa…

Mientras Delta se aproximaba al escenario, Nick se presento

Nick-.mi nombre es Nick Jonas, tengo 25 años, soy encantador y un poco egocéntrico pero modesto –el publico ríe –Y créanme…las complaceré “EN TODO” –haciendo énfasis –lo que me pidan. –esto último lo dijo en un tono seductor que, se escucho que algunas ronronearon y otras suspiraron –Pero…-continuo –se preguntaran por que llame a Delta, no es así? Bueno, Delta fue mi novia, en la preparatoria. Recuerdo que besaba muy bien, y solo con ella podría hacer esta demostración

<<Demostración>>
La cabeza de Miley daba vueltas, tratando de comprender aquello y desechando lo peor

Delta finalmente llego a su lado y al escuchar aquel comentario, no hizo más que sonreír estúpidamente. Nick se coloco frente a ella, dándole la espalda Miley. Pero dándole una muy buena vista de la siguiente escena. Miley apretó sus puños con tanta fuerza, que sentía que sus uñas traspasaban su piel

Miley-.qué demonios estás haciendo Jonas? –furiosa

Nick-.al parecer la escucho –lo mismo que tú hiciste? –sobre su hombro

Miley sintió que la sangre se le fue a los pies. Aquella confesión le cayó encima como un edificio. Nick había visto, cuando Logan la besaba y él idiota había dado por hecho que ella le correspondía. Y ahora se encontraba en el escenario, frente a ella, a punto de besar a su ex, como venganza.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero las contuvo. Como podía hacerle esto?

Miley-. No te atrevas –entre dientes

Nick-. Volviéndose nuevamente sobre su hombro –solo mírame

Y como no hacerlo. Su cuerpo no le respondía. Obligándola a mirar aquello

Nick odiaba verla llorar. A pesar de no verla, sabía que estaba llorando. Pero no podía olvidar lo que ella le había hecho. Así que se concentro en lo que hacía. Tomo a Delta de la cintura y la miro directamente a los ojos. Buscando su propio reflejo para no ver a aquella pobre mujer, a la cual estaba simplemente utilizando y que no tenia culpa de nada

Nick-.nena este es tu día de suerte

Delta se humedeció los labios, esperando su contacto. Cuando Nick la beso, recordó el beso que había presenciado entre Miley y Logan, después recordó los besos que compartió con ella y finalmente imagino que ella era Miley. Poco  a poco profundizo el beso olvidándose de todo. Pero al separarse, se llevo una gran decepción al ver a Delta y recordó el acontecimiento, recobrando el enojo

Nick-. Recuperándose –para ustedes cuánto vale este beso? –dirigiéndose a el publico

Las mujeres estaban vueltas locas gritando  y riendo. Hasta que una impactante escena y un gran estruendo, dejo a todos en silencio.

Demi-. Desde la mesa –oh dios mío!!! –Llevándose la mano a la boca –no puedo creer que lo hizo!!

Miley estaba en el escenario. Nick con la maraca roja de su mano en el rostro y muy sorprendido.

Miley-.créeme –limpiándose las lágrimas –No vales ni 5 centavos –y salió inmediatamente del lugar

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jajajajajjajajajja....tan perversa soy que hasta qui les voy a dejar

PERO YA FALTA POCO PARA El FINAL......

AMIGOS Y AMANTES CAP 25


Despues de cenar charlaron con sus amigos, en una mesa
Demi-. No estas nervioso Nick?
Nick-.nervioso no. Pero me aterra que me llegue a tocar una cincuentona celibe que se propase conmigo –todos rien – y tu Miley?
Miley-.supiongo que me pasa lo mismo y solo pienso en que hago esto por caridad
En eso el pequeño Adam comienza a llorar
Demi-.ups!! creo que debo cambiarlo. Me acompañas al baño Miley?
Miley-.claro. No vienes Sel?
Sel-. No, ire a buscar a Logan que no se donde se ha metido
Al salir de l baño, Logan estaba redcargado en la pered frente a la puerta esperandolas
Logan-.Miley podemos hablar?
Miley y Demi lo notaron raro. Sus ojos estaban rojos y traia una botella de cerbeza
Miley-.claro
Demi-.estas segura? –preocupada
Miley-.si, ahora te alcanzo –sonrio para tranquilizarla
Demi se diriguio hacia las mesas dejandolos solos, no muy convensida. Miley se acerco a Logan
Miley-. De que quieres hablar?
Logan-.quiero que volvamos. Yom aun te amo
Miley-.Logan ...yo…yo…lo…lo...siento…pero lo nuestro ya no puede funcionar. Tu tienes a Selena
Logan-.es una simple chica encaprichada a la cual puedo dejar facilmente
Miley-. No podia creer lo que escuchaba –serias capas de dejarala?
Logan-.si . Por ti haria cualquier cosa
Miley-.DIOS LOGAN!  No sabes lo que estas diciendo. Selena te ama. No puedes hacerle esto. Ademas yo ya no siento lo mismo
Logan -.- es por Nick verdad?- comienza a enojarse
Miley-.sorprendida –como lo sabes?
Logan-.tenia mis sospechas. Recuerdas aquel dia en que te encontre corriendo? Y finalmente, él me lo dijo
Miley-. Eso no es cierto!! –le grito
Logan-. Él mismo me lo dijo hace rato en la barra.
Miley recordo que Nick se veia preocupado
Miley -. Esbozando una sonrisa –bien ya que sabes la verdad, nos sera mas facil el estar juntos
Logan-. El dijo que se haria a un lado y que no luchari por ti
Miley estaba temblando. No sabía si creerle o no –Logan estas ebrio. No sabes lo que dices. Y no tiene caso seguir con esta conversación. Volvamos a la mesa y olvidemos esta conversación –intento alejarse, pero él la tomo del brazo y la lanzo contra la pared –LOGAN!!!!!!!!!!! Qué rayos te pasa? – le grito

Logan-. No voy a dejarlos estar juntos NUNCA!!! –su rostro denotaba que estaba un poco furioso pero su voz hacia que Miley temiera lo peor de él. Y más en su estado

Miley-.debes calmarte Logan –tranquilizándolo

Logan-.no me digas lo que tengo que hacer –tomo su rostro fuertemente –fuiste mía primero y lo seguirás siendo siempre –la beso

Miley no le correspondió, e intento zafarse de él, sin poder conseguirlo

Frente a ellos estaba Nick presenciando él beso

*****-. 5 minutos para que salgas Jonas – lo interrumpió uno de los encargados del programa

Nick-. Si, ya voy – volvió a verlos por última vez y después se fue hacia el escenario



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ONE SHOT "UN AMIGO" CUARTA PARTE, EL DESENLACE


Hacia una semana que no veía a Nick, claro está que no había salido de casa más que para ir a trabajar y del trabajo a casa, ni siquiera me había pasado por casa de mis padres porque sabía que me encontraría con él; siempre que tuviese que hablar con mi madre era a través del teléfono.

Como cada mañana me levante, me duche y me arregle para ir a trabajar, llegue a la oficina como de costumbre me senté frente al ordenador y seguí la rutina de todos los días haciendo informes. Todo fue una pura rutina, cuando salí de trabajar era de noche, la oficina estaba totalmente vacía solo  estaba las limpiadoras. Cogí mi bolso y la chaqueta y salí a la fresca noche de primavera.
Iba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta de que me seguían, me paré un segundo a mirar a mi alrededor y no había nadie, supuse que sería mi imaginación; estaba tan distraída que no sabía por dónde iba. Volví a retomar mi camino, me puse los auriculares mientras seleccionaba “clair de lune” de Debussy en mi Smartphone subí el volumen a tope y me relaje con el paseo y la música lo necesitaba. Pase por un sitio oscuro y desértico entonces note que alguien me observaba, acelere el paso, mis tacones sonaban en el asfalto adoquinado cada vez más rápido. Alguien me cogió por detrás levantándome del suelo, tapándome la boca. Patalee, intente gritar pero no sirvió de mucho, me puso un pañuelo mojado sobre la boca y la nariz, llevaría algún tipo de narcótico que me dejo relajada quitándome la fuerza para patalear y gritar sumiéndome en un sueño profundo.

Cuando desperté estaba en un coche, el olor del ambientador me resultaba familiar, pero apenas lograba pensar, solo era mi sentido de escapar; pero ¿cómo iba a hacerlo? si estaba atada, amordazada y con los ojos vendados. Agudicé el oído para escuchar algo pero solo oía la respiración de mi secuestrador. Quería hablar preguntarle porque hacia esto, pero no podía así que me ahorre las palabras. Me quedé quieta en mi sitio así poder ahorrar fuerza para cuando pudiera escapar. Pasaron unos minutos antes de que parase el coche. Escuche como se bajaba, esperaba que no me dejase, porque empezaba a hacer calor allí dentro. Abrió mi puerta y me cogió en brazos y me sacó del coche me dejó un segundo de pie sola, pensé en salir corriendo pero no podía de modo que me quedé allí parada. Volvió a cogerme en brazos. Anduvo unos metros y volvió a dejarme en el suelo, retrocedí y mis piernas chocaron contra algo. Me quitó la mordaza, las ataduras de las manos, y la venda todo con delicadeza y suavidad. Cuando mis ojos recuperaron la perfecta visión no podía creer lo que veía.

Miley─ ¡¡Tú!! ¡¿Cómo te atreves a hacerme esto?! ¡Eres un canalla!

Estaba totalmente furiosa, tanto que quería pegarle. Quería golpearlo pero me agarró ambas manos.

Nick─ Como no pares voy a atarte de nuevo y no te va a gustar nada.

Miley─ Por qué haces esto? –Lo miré desafiante.


Nick─ Porque soy un oportunista sin escrúpulos, porque quería hablar contigo y no podía ser y la única manera que vi fue secuestrarte.

Miley ─ Yo no tengo nada que hablar contigo está todo dicho no hay más. –Levante la barbilla con altivez.

Nick ─ Vas a escucharme eres mía y no voy a permitir que te vayas sin haberme escuchado.

Iba a replicar pero él me besó y lo que tenía que decir se me olvido por completo. Solo podía responder a sus besos una y otra vez como si fuese mi droga. El beso se fue profundizando y calentando cada vez más, había estado toda esa semana sin tocar su cuerpo, sin sentir sus caricias y me parecía que nos habíamos separado por un siglo. Ahora no me importaba nada solo sentir sus caricias, sentirme suya en aquel momento, ser su mujer por ese instante. Mi cabeza daba vueltas, el deseo se convertía en la locura de dos cuerpos en llamas bailando en la danza más antigua y carnal. Me quitó la blusa dejándome con el sostén y desbrochó mi falda. Solo me dejó con la ropa interior. Yo tiré de su camisa arrancando los botones, no deseaba más que sentir su piel contra mi piel, dureza contra suavidad. Desabroche su pantalón dejándole en bóxers. Él besó mi cuello, bajando poco a poco hasta quitarme el sostén y besar mis pechos, jugando con mis pezones, una lenta tortura que calentaba todo mi ser. Suaves gemidos escaparon de mis labios. Algo que a él le excitó muchísimo.
Volvió a besar mis labios mientras me desataba el moño dejando mi melena libre. Me tumbó en la cama con suavidad y él se tumbó al lado mío.

Nick─ Eres tan hermosa…

Aquellas palabras me cautivaron, no lo decía como piropo, realmente lo sentía incluso había adoración en su mirada.

Miley─ Tú también eres muy hermoso. –Le dije mientras acariciaba su mejilla.

Él en respuesta beso mi mano. Bajó de nuevo a mis labios dejando un reguero de besos por mi cuello hasta llegar de nuevo a mis pechos. Una mano siguió el sendero de mi cuerpo hacia abajo, rozando mi barriga, hasta llegar a mi braguitas, me acarició por encima de ellas, volviendo a subir para luego bajar y acariciar por dentro de las braguitas. Cuando sus dedos juguetones rozaron mi humedad para jugar con mi clítoris estuve a punto de tocar el cielo con mis dedos, era algo tan maravilloso y él era un gran experto en saber mis puntos que hacían volverme loca. Más gemidos se escaparon de mi garganta.

Miley─ oh!! Nick…..!!!!!

Nick ─ Dime, que deseas mi vida

Miley ─ A ti, te deseo a ti.

Él gimió y me besó, yo empecé a masturbarlo mientras él pegaba más sus caderas a mi mano. Me arrancó las braguitas y se quitó sus bóxers, me penetró poco a poco con suavidad, una espiral de placer subió por mi espalda, me agarré a sus hombros clavándole mis uñas. Lo atraje más y más a mi cuerpo, rodeando con mis piernas sus caderas.

Miley─ ¡Umm Nick!

Aceleró más el ritmo, cada vez más rápido. Nuestros cuerpos decían lo que sentíamos, dos cuerpos convertidos en uno solo en la danza más antigua que jamás existió. Cuando ya tocaba el cielo con la punta de los dedos, lo escuché decir:

─ ¡Te amo! ¡Eres mía! ¡Solo mía!

Entonces sentí que mi corazón iba a estallar de felicidad, alcancé el mejor orgasmo de mi vida. Él se tensó, llegando al orgasmo, y cayó exhausto sobre mi cuerpo, besó mi hombro y yo acaricie su pelo.

Miley─ ¿Lo has dicho en serio? –tenia la respiración entrecortada.

Nick─ Sí.

Miley ─ Desde cuándo?

Nick─ Creo que lo hice desde siempre, cuando eras pequeña siempre te vi como una hermana, siempre protegiéndote de todo, luego cuando maduraste empecé a desearte, mi línea de pensamientos no me gustaba entonces me aparté de ti, cuando empezaste a salir con Liam me sentí furioso porque tu rehacías tu vida y ahí estaba yo enamorándome de ti. Cuando él te dejó me alegre porque quizás tendría una oportunidad. Siempre que había estado con una mujer imaginaba que eras tú, te deseaba a ti, tú eras la única que quería tener. Cuando pasamos nuestra primera noche juntos ya no podía separarme de ti eras como una droga para mí. Y más cuando dijiste que me querías

Miley– me escuchaste?

Nick– si

Miley –pero te fuiste…

Nick– soy el mejor amigo de tu hermano. Pensé que a tus padres no les agradaría la idea. Pero ahora sé que me importa más lo que siento por ti que lo que digan los demás

Miley─ Entonces ¿por qué dijo eso la chica morena?

Nick─ Sabía que estaba enamorado de ti. Ella no podía aceptar que estuviera enamorado de ti y no de ella. –Me miró y entonces vi en sus ojos la verdad. –No ha habido nadie más en mi vida, solo tú Miley

Miley─ No vuelvas a dejarme nunca más, si me quieres quédate conmigo pero no me hagas sufrir. –acariciándole la mejilla.

Nick─ Jamás te dejare, a donde que quieras que vaya iré contigo. –Me besó.

Miley─ La verdad me asusté mucho cuando me cogiste pensé voy a morir.

 Se rio con dulzura.

Nick─ Perdóname, pero era la única forma de poder hablar contigo, si quería hablar contigo tenía que secuéstrate. –abrazándome.

Miley─ Bueno tampoco estuvo tan mal luego, quizás empiece a gustarme eso del secuestro. –sonreí con picardía.

Sonrió me abrazó con fuerza y me besó.

─ Entonces pienso secuestrarte para toda la vida. –Cogió una cajita que había en la mesita de noche. — ¿Quieres  casarte conmigo?

Me quedé totalmente sorprendida.
Miley─ Sí, claro que quiero. Llevo toda mi vida esperándote no pienso dejarte ahora. ¡Te amo!

Nick─ Te amo con toda mi alma.

Nunca me había sido tan feliz, a veces los sueños se hacen realidad, y el mío se acababa de cumplir
Solo espero que al hablar con mis padres no se convierta en pesadilla….

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PRI CORAXOON ME GUSTO EL PENSAMIENTO
QUE PUSISTE AL FINALIZAR TU NOVE

 no he podido comentar no se por que mi computadora no me deja
lo bno es k ya tengo celular y he podido leer desde ahi

BNO TE DEDICO ESTE ONE SHOT....YA TENGO GANAS DE PLATICAR CONTIGO HACE MUCHO QUE NO SE NADA DE TI

SORRY CORAZONES HUBO UN PEQUEÑO PROBLEMILLA POR AHI PERO YA LO ARREGLE

ONE SHOT "UN AMIGO" TERCERA PARTE


Nick salió y me quedé vacía, no sabía porque me sentía así nunca me había pasado con ningún otro hombre; claro está también que siempre había estado enamorada de él. Se me olvido por completo que había dejado el coche en casa de mis padres, seguro que cuando lo vieran aparecer sin mí le preguntarían y no sabría qué contestarle.

Me duche, cuando salía de la ducha el teléfono que sonaba con insistencia.

Miley─ ¿Sí? –Dije con voz perezosa.

Tish─ Cariño te llamaba para preguntarte como ibas con tu dolor de cabeza. —Contesto mi madre a través del auricular. —Me dijo Nick que te dejo en casa porque no te sentías bien.

Que excusa más barata!! No sé porque de alguna forma esperaba que le dijese que había estado conmigo y que me quería, pobre tonta ilusa.

Miley─ Si mamá estoy mejor no te preocupes es solo un dolor de cabeza, se me pasara en cuanto me tome una pastilla y me acueste un rato, pero gracias por preguntar.

Tish─ De nada mi vida, si necesitas algo llámame.

Miley─ Si mamá, lo haré.

Me despedí de mi madre. Un dolor de cabeza… que excusa más usada y barata. Fui a la habitación mientras me ponía unos vaqueros viejos que mi madre tacharía de trapos y una camiseta ancha, y pensé en ¿por qué me había enamorado de aquel canalla? si solo hacia utilizarme y hacerme sufrir, ¿por qué seguía tras de él como una estúpida que no piensa? Pero no encontraba respuesta a aquellas preguntas que mi mente se hacía, creo que ninguna mujer encontraría respuesta a las preguntas que una se formula cuando estas enamorada.

Estaba cepillando mi largo pelo cuando sonó el timbre de la puerta.

Cuando abrí me encontré con mi vecino Ángelo, el único vecino que me dio la bienvenida cuando llegue nueva a este edificio, todos los demás eran reacios, aparte de que eran personas ya mayores de mentes antiguas y cerradas. Con Ángelo todos le dieron la espalda por ser gay, decían que era una enfermedad, no entendía como podía haber gente tan cerrada de mente, y conmigo bueno a mi me llamaron de todo, por el hecho de ser mujer y vivir sola.

Con Ángelo lo pasaba muy bien, nos contábamos nuestras fiestas, nuestros ligues, en fin las charlas de dos amigos; con él me sentía muy relajada y era muy buena persona, siempre que uno de los dos estaba de bajón el otro animaba, si llorábamos era juntos, si reíamos también, y emborracharnos juntos igualmente.


Ángelo─ Hola querida. —Dijo con una gran sonrisa mientras me mostraba dos copas y una botella de champaña que tenía en las manos. – ¿Puedo pasar?

Miley─ Tú siempre eres bien recibido en mi casa lo sabes cielo.

Nada más pasar me dio dos besos como siempre nos saludábamos.

Ángelo─ Vale hermosura, ve contando, y no me digas que no es nada porque he visto salir de aquí dos veces el mismo hombre en una semana y tu nunca traes hombres a tu piso. –Dijo descorchando la botella de champaña. –Así que… preciosa ve contando quien es ese maravilloso hombre.

Dejé escapar una risa suave mientras aceptaba la copa que me daba.

Miley─ Bueno es el mejor amigo de mi hermano, estoy loca por él desde que tengo uso de razón y yo quisiera una relación seria pero es algo que no podría ser.

Ángelo─ Ay niña ¿por qué no?

Miley ─ No soy su tipo creo… además no es hombre que ame a una sola mujer. Le gustan todas y dudo que se conforme con una sola.

Ángelo ─ Bueno querida, eso es algo que no sabrás si no te lanzas a la piscina, alguna vez tendrás que hacerlo.

Miley ─ Si, pero y si me lanzo y me doy de bruces encontrándome que no hay agua para que me sostenga.

Ángelo ─ Cariño, es algo que puede suceder, entonces recoges tus pedazos te levantas y fin de la historia, a otra cosa mariposa.

Miley ─ Tienes toda la razón.

Ángelo ─ Claro que si preciosa. –Levantando la copa y chocándola con la mía en un brindis. –Ahora brindemos, porque todo salga bien.

Miley ─ Porque todo salga bien. –Pronuncie antes de beberme la copa de un trago.
Poco después  nos habíamos bebido la botella entera, mi vista se nublaba y no podía parar de reírme, si yo me reía más se reía Ángelo de mi risa, o cuando me escuchaba cantar con el karaoke que pusimos. Lo pasamos genial; hasta que sonó el timbre de la puerta.

Era tarde, no sabía quién seria a esa hora. Cuando abrí me pareció estar en un sueño. Allí estaba Nick mirándome como si estuviera a punto de echarme una regañina.

Ángelo ─ Nena yo creo que me voy. –Dijo tan achispado como yo. –Mañana hablamos. –Dicho eso se despidió de mí con dos besos.

Miley ─ Adiós Ángelo. –No sabía si mi forma de hablar había cambiado o era yo la que escuchaba mal, solo sabía que todo me daba vueltas.

Nick─ Estás borracha. –Dijo furioso cuando Ángelo se marcho

Miley─ Nooooo!!!!!!. Bueno. Quizás un poquito. –Dije mientras señalaba un espacio chiquitito entre mis dedos pulgar e índice.

Nick─ ¿Un poquito? ¿Te has visto? –Cruzó los brazos sobre su pecho dándole un aspecto de guerrero muy sexy y así enfadado más sexy todavía.

Miley─ umm, que guapo eres cuando te enfadas. –Le solté con la risa tonta que me entraba cuando bebía.

Nick ─ muy bien, ahora sí no hay duda, estás totalmente borracha.

Me cogió en brazos y me llevó a su camioneta. Puso en marcha el motor.

Miley─ ¿Se puede saber a dónde me llevas?

Nick─ No.

Sabía que de nada serviría decirle que parara. No lo haría.

Miley─ ¿Por qué le dijiste a mi madre que me llevaste a casa con dolor de cabeza?

Nick ─ ¿Qué querías que le contase?

Miley ─ No lo sé. Pero alguna excusa que fuera más buena que esa. Un dolor
de cabeza. Por favor!!

Nick ─ ¿Y tú? Con una pastilla y dormir se me pasará, y yo solo veo que estas borracha. –Frunció el ceño.

Miley─ Y a ti que más te da. Soy mayorcita y sé lo que hago. Así que “amigo” ve a comerle la cabeza a otra. –Dije enfadada hundiéndome en el sillón de la camioneta. –Para el coche que quiero bajarme.

Nick─ No.

Miley ─ ¡He dicho que pares! –Dije cruzando los brazos sobre el pecho con actitud testaruda.

Nick ─ Como no cierres tu preciosa boca te amordazaré.

Miley ─ No te tengo miedo. –Le aseguré.

Nick─ Deberías. –Dijo mirándome un segundo, parecía un ángel vengador.

Entonces me quedé en silencio durante el resto del camino. Me llevó a una especie de parador, era de noche y estaba totalmente oscuro, se veían las estrellas más brillantes en aquel lugar libre de contaminación, en el horizonte miles de lucecitas destacaban la ciudad. Era un lugar romántico, perfecto en su belleza. Me sorprendía ver que me había llevado allí, aquello se suponía que era para estar las parejas un sitio romántico e intimo.

Nick ─ Es precioso ¿verdad? – aun en la camioneta

Miley ─ Es muy bello me deja sin respiración. –Dije abrumada por tanta belleza.

Nick─ Nunca traje a nadie aquí, es algo… que… quería enseñarte… es un lugar especial para mí. –Tartamudeo como si fuera un chico tímido.

Miley ─ Me alegro mucho que me enseñases este lugar, es algo intimo para ti y lo has compartido conmigo es precioso gracias. –Le sonreí con dulzura y en ese instante todo el enfado que tenia con él desapareció.

Era algo bellísimo que compartiese ese trocito de intimidad conmigo, algo debía suponer para él. Me miró a los ojos, había algo especial en ellos que no sabía describir, una mezcla de anhelo, deseo, e incluso me atrevía a decir que había algo de amor, pero deseche la idea.

Nick ─ Me alegro de que te guste tanto.


Bajo sus labios a los míos con la dulzura y suavidad que una mariposa bate sus alas sobre una rosa, me besó. Había algo distinto en aquel beso, algo cambio dentro de él; me trataba con una dulzura y una suavidad que no reconocía en él. Nuestro beso se volvió más caliente, pero sin dejar de ser suave, tocó mi cuello, bajando por mis hombros y calentando mi piel. Bajó besando mi cuello con suaves mordiscos y jugando con su lengua haciéndome erizar la piel con cada toque, cada beso. Solo podía agarrarme a su pelo mientras lo instaba a que me diera más. Me arrancó la blusa, yo desaté su camiseta y empecé a besar su cuello como él lo había hecho conmigo. Tocando sus hombros, su pecho, acariciando su espalda. Baje las manos a su pantalón y ya estaba excitado. Le desabroché el cinturón y el cierre del pantalón, le acaricie por encima de los bóxers; él desabrochó el cierre de mis pantalones cortos y metió la mano dentro. Me empezó a masturbar mientras besaba mis pechos, me volvía loca sentir su boca en mi piel, sus manos sobre mi cuerpo. Era como una explosión de sentidos que me llenaban dejándome extasiada y a punto de tocar el cielo con los dedos. Yo lo masturbé como él estaba haciendo conmigo, escucharlo gemir en el silencio de la noche más caliente me ponía. Nuestros cuerpos sudorosos, calientes, unidos por el calor de la pasión. Los gemidos de ambos eran el único sonido que rompía el silencio de la noche. Me tumbó en el asiento de atrás y él se tumbo encima de mí penetrándome poco a poco con suavidad. Comenzó a mover las caderas en una lenta seducción que jamás había compartido con mi ex novio. Pero claro estaba que solo había amado a un hombre, para ser exacta a aquel hombre, cada contacto con él era especial. Pero aquella noche, ese momento que estábamos compartiendo no se llamaba tener sexo, se llamaba hacer el amor. Por muy desconcertante que me fuera así lo podía nombrar. Un perfecto orgasmo invadió nuestros cuerpos fundiéndonos en una sola esencia, el único grito del máximo placer alcanzado rompió el silencio absoluto de la noche.

Nick calló rendido sobre mi cuerpo, lo abracé y él beso mi hombro con delicadeza. Suspiré cerrando los ojos.

Nick─ Debemos marcharnos, tú madre dijo que te llamaría antes de irte a la cama. –rompiendo la magia del momento. Entonces aquel momento tan especial desapareció.

Miley─ Si debemos irnos.

El camino de vuelta no dije nada, no quería mostrar el dolor que taladraba mi corazón. A veces sentía que lo tenía cerca, otras veces que se volvía a alejar.
Llegamos a la puerta del edificio entonces una chica se acercó a la camioneta.

*****─ Nick querido, anoche me dijiste que vendrías esta noche. Dónde has estado? –Preguntó la chica morena jugando con el pelo de él.

Nick me miró, entonces sonreí con los ojos a punto de escaparse mis lágrimas, aclaré mi garganta y compuse mi mejor rostro.

Miley ─ Si hubiese sabido que tenías cosas que hacer no te habría robado tanto tiempo.

Abrí la puerta de la camioneta, recordándome una y otra vez que debía guardar la compostura. Cuando entre en el edificio eche a correr por las escaleras hasta llegar a mi piso, un dolor fuerte me atenazaba el pecho, pensar que era algo especial para él y resultar que había quedado con otra, siempre volvía a tropezar con la misma piedra. No podía dejar de llorar; subía corriendo, mi corazón latía a más de mil por horas, las lágrimas caían por mi rostro sin cesar, los oídos me pitaban, escuché unos pasos corriendo detrás de mí pero no me paré. Abrí la puerta y de golpe la cerré, no podía creerme aquello que me estaba sucediendo me deje caer contra la puerta para llorar como una niña pequeña cuando la habían regañado castigándola en su habitación, lo único que cambiaba que las heridas del corazón duelen más que las de las rodillas.
Escuché unos pasos tras la puerta entonces unos golpes para que abriera sonó sobre esta.

Nick─ Abre Miley. –lo escuche tras la puerta.

Miley─ Márchate Nick, no quiero verte. –Respondí con voz entrecortada intentando que no se notase.

Nick─ ¡Maldita sea Miley, ábreme! –Gritó él con fuerza.

Miley─ ¡He dicho que no! ¡Vete, no quiero verte! –le grite.

Nick─ muy bien lo hare. Solo por ahora, pero ten en cuenta que volveré, esto no se quedara así.

Miley─ No te molestes en volver, no voy a abrir la puerta.

─ soltó un grito de frustración –Pero volveré, y abrirás o tiraré la puerta abajo, quiero hablar contigo y lo conseguiré. No me importa lo que tenga que hacer

Volví a escuchar los pasos alejándose escaleras abajo, entonces para alivio de mi corazón me tome la libertad de llorar. ¿Sería cierto que volvería?...


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ONE SHOT "UN AMIGO" SEGUNDA PARTE



Cuando desperté a la mañana siguiente Nick ya no se estaba, un dolor punzante cruzó mi pecho al pensar que solo había sido una mera diversión para él, algo pasajero. Pero en cierta manera sabía lo que pasaría, no podría haber nada entre nosotros, él no era hombre de una sola mujer; la única forma de tenerlo era a través del sexo y si esa era la única manera de tenerlo... pues así seria.
Me duché para ir a casa de mis padres. Si estaba mi hermano en casa el también estaría allí lo trataría como si no hubiese pasado nada aunque me doliera. Me vestí, me maquillé un poco y salí dirección a casa de mis padres. Salí de mi Lexus, en la ventana estaba mi madre esperándome como cada mañana.


Tish─ Hola hija mía. ¿Quieres tomar café? —Dijo mi madre nada más abrirme la puerta.

Miley─ Claro mamá. –La abrace como hacía cada vez que iba. —Y Trace?

Tish─ Salió a llevar unas cosas a casa de un amigo.

Un alivio recorrió todo mi cuerpo porque sabía que no me cruzaría con Nick pero también me sentí decepcionada. Deseche mi línea de pensamientos y fui tras mi madre hasta la cocina. Me quedé helada cuando entre en la cocina…allí estaba…Nick estaba sentado en la mesa desayunando, no deje mostrar ninguna expresión en mi rostro.

Nick─ Buenos días Miley. Qué tal dormiste? –Me preguntó con una sonrisa socarrona.

Miley ─ Bien Nick, como siempre.

Sabía que eso le dolería en su ego masculino por eso lo hacía.

Tish ─ Siéntate Miley te preparo ahora el café

Tome asiento justo al lado de Nick, pues era el único sitio libre. Mi padre se levantó y salió al jardín. Desde la puerta grito:


Billy─ Nick cuando termines ven a echarme una mano.

Nick─ Si señor

Mi madre salió fuera un momento con mi padre momento que nos quedamos solos, él me miró, yo lo miré de reojo mientras leía el periódico, ya no aguantaba más.

Miley ─ ¿Qué? –Le solté con brusquedad.

Nick ─ Nada.

Miley ─ Entonces deja de mirarme. –Volví a leer el periódico.

Después de un instante en silencio tenso él me habló:

Nick ─ ¿No piensas decir nada?

Miley ─ Sobre qué? –haciéndome la desentendida

Nick ─ Sobre lo que paso anoche entre nosotros.

Miley ─ No se qué quieres que te diga, fue algo que paso y ya está; no volverá a ocurrir. –Dije quitándole importancia.

Nick ─ Si que volverá a ocurrir, no puedes negarme algo que me diste, al entregarte a mi me diste ese poder, cuando me canse de ti quizás te deje. –Veía en su rostro que estaba enfadado.
Miley ─ No volverá a ocurrir, no sentí nada cuando lo hicimos de modo que no quiero que me toques.

Me levante cuando la cafetera comenzó a hervir para servirme el café. Entonces lo noté detrás de mí. Me agarró por las caderas pegándome con una fuerza posesiva a su cuerpo, algo que me excitó y me gustó.

Nick ─ Volverás a ser mía no lo dudes, y no una sino varias veces. –Dicho eso me mordió el lóbulo de la oreja y se apartó, salió al patio como un huracán.
Estuve toda la mañana ayudando a mi madre mientras mi padre arreglaba el cobertizo que teníamos en el jardín para guardar las herramientas de jardinería y Nick le ayudaba. Preparé un poco de limonada para que se refrescasen un poco.

 Billy─ Miley necesito que vayas con Nick a comprar unas cosas que necesitamos

Miley ─ Pero es que papá yo ya me iba. –Me quejé.

Billy─ Solo será un momento no tardareis nada, por favor.

Miley─ De acuerdo. –Asentí a regañadientes.

Conducía él, pero solo sabia mirar a mi escote o a mis muslos, me maldije por ponerme una falda corta ese día.

Miley─ Como no dejes de mirar vamos a tener un accidente.

Nick ─ No te preocupes, tengo todo controlado

Posó una mano en mis muslos y siguió subiendo sendero arriba; entonces le paré la mano.

Miley ─ mantén esas manos quietas

Soltó una carcajada, nunca me había parecido tan sexy la risa de un hombre era preciosa y me dejaba extasiada. Miré de nuevo hacia delante para olvidarme de su risa, su rostro, su forma de tocarme…

Llegamos al centro comercial y me bajé con él para comprar lo que mi padre me había pedido. Fuimos a la zona de jardinería donde se encontraba un chico muy guapo que de momento vino a atendernos.

***** ─ Hola. —Sonrió. – ¿Puedo ayudarle en algo señorita?

Nick─ No gracias. Ya nos las apañamos solos. —Dijo rodeándome con una mano la cintura, como si marcase su territorio.

Por una parte me gustó por otra me molesto. Me gusto que fuese atento y parecía que era un gesto de que protegía lo suyo, pero luego veía que no iba a ser nada serio, que sería como el perro del hortelano, ni come, ni deja comer.

Miley─ ¿Se puede saber porque has hecho eso? –Repliqué enfadada.

Nick─ Encima de que te defiendo de un lobo con piel de cordero, te pones así… ese niño de mamá solo quería tocar tu dulce piel.

Miley─ ¿Acaso pensaste en lo que yo quería? –Le dije mordaz.

Nick─ No quieres nada con él, porque el único que puede encender tu fuego soy yo… eres mía. –Lo miré a los ojos y le brillaban como si fuera el mismísimo Lucifer; sabía que lo había enfadado.

Miley─ No veo que lleve ninguna etiqueta con tu nombre, de modo que no soy de nadie. Soy una mujer libre, hecha y derecha para hacer lo que me venga en gana.

Entonces me cogió de la cintura, apegándome a su cuerpo.

Nick─ Entonces dime que no deseas la marca de mis labios sobre los tuyos o sobre tu piel y entonces te dejaré marchar con quien quieras.

Dicho eso me beso con fuerza y voracidad, haciendo que mi cabeza diera vueltas perdiéndome en la noción y calentura de ese beso. Como decirle que no quería aquel beso, ni sus caricias… si  él sabía de sobra lo que mi cuerpo y mi alma sentían cuando se acercaba a mí. Me abrasaba con cada beso, con cada caricia en una locura sin retorno. Se separó de mí dejándome tambaleante.

Nick─ Dime que no deseas eso y te juro por Dios que me iré… pero no puedes convencerme con tus palabras cuando veo como reaccionas cuando te toco. –Dijo acariciando mis mejillas.

Cerré los ojos mientras mordía mis labios acariciando las magulladuras de aquel beso.
Terminamos de comprar lo que mi padre dijo y subimos a la camioneta. Puso en funcionamiento el motor, cuando me di cuenta de la dirección que tomaba lo miré.

Miley─ ¿A dónde crees que vas? –Le dije enfadada.

Nick─ A tu casa; ¿o quieres que tu hermano se entere de lo que hacemos? Si es así vamos a mi casa.

 Miley─ Tu y yo no tenemos nada que hacer, ni que decir.

Nick─ No seas testaruda; al mostrarme tu reacción cuando te he besado antes, me has dado la razón. Soy el único que puede darte mayor placer.

Diablos!!!Sabía de sobra cómo reaccionaba por él.

Llegamos al edificio donde se encuentra mi departamento, entramos en el ascensor y sin perder nada de tiempo empezó a  besarme mientras me quitaba la blusa, con una posesividad que no había usado con la chica de la habitación.

Nick─ Eres mía… mía solamente mía. –Dijo mientras me besaba con fuerza y voracidad, introduciendo la mano en mi pelo mientras otra la llevaba a mi trasero.

El ascensor sonó, entonces vi que alguien estaba en la puerta. No nos importó lo más mínimo, una vez desatada la pasión nada nos importaba. Mientras intentaba abrir la puerta, él besaba mi cuello, mordisqueando, haciéndome perder el control y sumiéndome en una dulce locura. Entramos y tras cerrar la puerta me puso contra ella, me quitó toda la ropa y yo le desgarré la camisa, era una lucha incontrolable por arrancar la ropa al otro mientras nos besábamos. Arrancó mi sostén, marcó un sendero de besos y suaves mordiscos desde mi cuello hasta mis pechos, mordisqueo mis pezones suave primero, luego más fuerte sin hacerme daño solo mostrándome el placer que podía llegar a darme su cuerpo. Bajo por mi cuerpo con besos suaves y dulces hasta llegar a mi triangulo de Venus. Nunca me había sentido tan viva como cuando me tocaba él. Me estaba haciendo perder la cabeza y sentirme más húmeda aun. Me cogió en brazos como si apenas pesase nada, y caímos en el sofá con brusquedad. Bajé por su torso besándolo hasta llegar a su miembro, entonces cuando jugué con mi lengua sobre la punta de su miembro lo escuché gemir y más me excite yo. Apenas había empezado a jugar con él cuando me levanto y me hizo sentarme sobre él para que me penetrase. Moví mis caderas con suavidad primero contrayendo mi vagina haciéndolo gemir y más gemía yo. Aumente el ritmo de mis caderas cada vez más y más. Entonces llegamos a un orgasmo que me hizo ver estrellas blancas a través de mis ojos cerrados. Nunca me sentí tan viva y ligera.

Caí sobre su pecho, exhausta. Él me abrazo, algo que vi raro pero me encantó.

 ─ Ahora tengo que irme pero tenemos un asunto pendiente, y volveré….

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