DOS años más tarde, Nick llamó al veterinario. Uno de los
labradores de Miley acababa de fallecer y Nick pidió al veterinario que buscase
otro perro para sustituirlo. Como ya conocía la política del refugio tan bien
como Miley, Nick sabía que era fácil encontrar un hogar tanto para los
cachorros como para los perros de pedigrí, así que decidió que el perro de su
elección debía caer fuera de esas dos categorías.
Veterinario-.Esperé hasta tener
cuatro candidatos reunidos para que pudiera usted elegir - conduciéndolo a las
perreras-. El perro que se quede con la señora Angelis será un perro muy
afortunado. Este es Doodle. Tiene buena salud,
pero es viejo -el veterinario hizo una mueca-. Su dueño murió. -Se trataba de un collie de pelo grisáceo, que saludó a Nick con
la cola a través del enrejado.-Milly sufrió un accidente, sólo tiene un ojo
-Nick examinó al labrador de aspecto bondadoso que saltaba para darle la
bienvenida.
Veterinario-.A Peanut lo encontraron
atado a un poste. -un pequeño terrier se encogió con
ojos asustados al ver a Nick y se retiró al fondo de la perrera.-Y, por último,
tenemos a Sausage. -Nick se encontró con los indolentes
ojos de un perro salchicha con un larguísimo cuerpo sostenido por unas piernas
incongruentemente pequeñas. -Por supuesto, si no encuentra usted
un candidato apropiado entre estos cuatro, intentaré reunir por lo menos otro
par para la semana que viene.
veterinario -se encogió de hombros.-No
tienen solución. El ayuntamiento se encargará de ellos, pero es muy poco seguro
que encuentre un hogar para ellos. Yo intento quedármelos el mayor tiempo
posible.
Nick palideció poco a poco según
empezó a comprender lo que las palabras del veterinario significaban. Se dio la
vuelta para examinar a los perros otra vez. Los que rechazara irían directos a
la gran perrera del cielo, así que se vio obligado a tomar la decisión más
sabia posible.
Mientras Nick estaba tomando su
decisión, Miley admiraba la caída del traje de noche de seda color borgoña que
se acababa de poner. Le dejaba los hombros al descubierto y realzaba sus
curvas. Le había costado un poco de trabajo deshacerse de los kilos que había ganado
durante su embarazo, pero ahora estaba encantada con su esbelta y voluptuosa
figura.
Por la noche, Nick y ella iban a
celebrar el segundo aniversario del día en que el sacerdote bendijo su
matrimonio. Lucía diamantes en los pendientes y en el cuello. Resplandeciente,
avanzó por el corredor hacia la habitación de los niños. La vida, reflexionaba
Miley, estaba siendo mucho mejor qué buena. Después de esperar unos meses antes
de intentarlo de nuevo, Miley se había quedado casi inmediatamente embarazada
de gemelos. Aunque Nick y ella habían estado un poco nerviosos durante las
primeras fases del embarazo, todo había ido muy bien y sus hijos, un niño y una
niña, gozaban de buena salud. Nick había resultado ser un padre devoto, al que
le encantaba pasar el tiempo con sus hijos.
Nick había aceptado el mando de
Demakis International, pero sólo después de que el padre de Cassia y su
reemplazo fracasaran en el puesto de director general. La junta directiva
recurrió a Nick y, literalmente, le rogaron que aceptase el puesto. Ahora, el
imperio de su abuelo surcaba tranquilamente el mar de los negocios capitaneado
por su esposo. Nick había reestructurado los negocios contratando un equipo
directivo más fuerte, de modo que no tuviese que dedicarle demasiadas horas al
trabajo.
Aunque ahora pasaban mucho tiempo en
Grecia por los asuntos de la empresa y con frecuencia hacían escapadas en jet
los fines de semana y en vacaciones, sus vidas estaban firmemente asentadas en
la abadía de Oakmere, la cual había sido remodelada por completo para ofrecer
el lujoso confort que a Nick le gustaba. Miley había quedado conmovida al
descubrir que Nick le había traspasado la propiedad de la abadía cuando los
negocios habían empezado a irle mal por culpa de su abuelo. El refugio iba viento
en popa y Miley había tenido que contratar más personal. Con frecuencia
participaba en actos de beneficencia locales, aunque se había visto obligada a
reducir esas actividades después del nacimiento de los gemelos.
Cuando se asomaba a la habitación de
sus hijos y miraba a los gemelos, su corazón saltaba de alegría. Liam, que
finalmente había empezado a salir con Stella, había sido el padrino en el
bautizo de los niños. A los diez meses, Andreus ya era todo un caballerito con
el mismo cabello oscuro de su padre. Su hermana, Leonora, era algo menos alta,
pero con un carácter lleno de determinación e increíblemente guapa con una piel
nívea y unos enormes ojos color café. Mientras dormían tenían un aspecto
adorable y sosegado.
Nick-.En qué estás pensando? - desde
la puerta.
Miley agitó la cabeza, con el pelo
castaño cayéndole sobre los hombros y sus sonrosados labios formando una
sonrisa.
Miley-.Que cuando uno mira a estos
diablillos mientras duermen, no se puede imaginar lo revoltosos que son cuando
están despiertos.
Nick-.Con lo orgullosa que estabas
cuando empezaron a gatear -bromeó, tomando su mano-. Son un encanto, ¿verdad?
Miley escondió una sonrisa al ver lo
orgulloso que su marido estaba de ellos.
Nick-.Ahora siento un poco de lástima
por Theo. Aquí tiene los herederos que siempre quiso
Miley-.Tus padres son unos abuelos
maravillosos
Nick-.Ah, por cierto. Tengo una
sorpresa para ti, thespinis mou.
Miley-.Pero si ya me regalaste
esto... -extendió la mano para enseñarle el anillo de diamantes y zafiros que
Nick le regaló el día de la bendición del matrimonio.
Nick-.Bueno, la sorpresa que te
quiero dar ahora me pareció una buena idea en cuanto se me ocurrió, pero quizá
no lo sea tanto -y con ese comentario críptico, la condujo escaleras abajo-. Me
propuse buscarte un nuevo perro.
Los ojos de Miley se encendieron.
Miley-.¿De veras lo has hecho?
Nick-.Parecía una cosa sencilla. Pero...
Nick le explicó cuidadosamente todo
lo que había hecho para conseguirle el perro.
A primera vista, el patio interior
parecía estar lleno de perros. Nick se acercó y tomó en sus brazos un perro al
que empezó a acariciar de forma natural. Un poco inseguro, se dio la vuelta y
empezó a presentarle a Miley, uno a uno y por sus nombres, los cuatro animales
que jugueteaban en torno de ella.
Nick-.Son todos para ti -concluyó.
Incluso, Miley, la incansable amante
de los perros, tragó saliva al oír la noticia.
Miley-.¿Todos ellos?
Nick-.torció el gesto. -Bueno, no podía soportar la idea de dejarlos sin hogar.
Miley-.por eso te amo - henchida de
felicidad y dándole un gran abrazo-. Haces unas cosas tan maravillosas por mí.
Nick-.¿Como cuáles?
Miley-.Por ejemplo, vender tu yate
para que pudiera tener la casa de mis sueños -le recordó
Nick se rió con franqueza.
Nick-.Y después, mi mujercita heredó
un yate el doble de grande y el doble de rápido que el mío.
Miley-.Sabes lo mucho que te quiero?
Nick-.Nunca me canso de escucharlo,
agapi mu.
Nick vio cómo el vestido de Miley cada
vez tenía más manchas de pezuñas de perro y no pudo evitar reír. Al verlo, Miley
le devolvió la sonrisa.
Nick-.Cada día que pasa te quiero más
Cuando Nick le decía «amor mío», Miley
sentía cómo el corazón se le llenaba de pura felicidad. Entraron en la casa y
se besaron con intenso placer antes de dirigirse al comedor para disfrutar de
su almuerzo de aniversario.
Fin
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BUENO HASTA AQUI LLEGO ESTA NOVE ESPERO QUE LES AYA GUSTADO TANTO COMO AMI......
LES DESEO LINDAS FIESTAS Y QUE LAS DISFUTEN EN FAMILIA....A MI ME TOCARA TRABAJAR ASI QUE TALVEZ NOS VEREMOS HASTA EL PROXIMO AÑO
ME ENCANTOOOOO...
ResponderEliminarNick cambió un poco y se volvió mas hogareño, exquisito.
Bellisima la historia, lamento no dejarte un comentario en cada cap pero cada ve puedo leo tus novelas.
Me considero una de esas lectoras anonimas pero tranquila, en cada final te estaré escribiendo.
Yo te pido, ruego y rezo fervientemente que NO DEJES DE ESCRIBIR. Haces mi dia y me encanta esta pareja...
Por favor, actualiza y ¡Feliz Año!