Al entrar en la elegante oficina de
Nick, el corazón de Miley se aceleró como si estuviera corriendo los cien
metros lisos. Cuando topó con la profunda mirada de Nick, una descarga
eléctrica de sensualidad atravesó su cuerpo.
Miley avanzó hacia él y éste le
dedicó una sonrisa.
Nick-.Eres muy bienvenida, thespinis
mou.
Agitada por el inesperado saludo,
Miley enrojeció y le preocupó que,
quizá, Nick hubiera asumido que su visita significara una rendición
incondicional.
Nick-.Quieres que te enseñe el
edificio? -le preguntó, ya que era la primera visita que Miley hacía a su
oficina de Atenas.
Miley-.Quizá más tarde. Vine porque
tengo algo importante que decirte -se puso tensa.
La mirada de Nick vagó por todo el
cuerpo de Miley. Se paró primero en sus labios, luego en la generosa curva de
su busto, para regresar por último a su rostro.
Nick-.Me gusta el vestido...
Miley-.Por favor, déjame decir lo que
he venido a decirte -le interrumpió inmediatamente, a pesar del calor que
estaba empezando a sentir en la zona del vientre.
La turbaba que Nick lograse despertar
su deseo con tanta facilidad. Tan sólo le bastaba una cierta mirada o su acento
extranjero para que...
Con un grácil gesto de la mano, que
significaba que estaba dispuesto a oírla, Nick se reclinó sobre la mesa de
cristal y miró a esposa fijamente.
Miley-.Valoro mucho nuestro matrimonio
Nick-.Eso está muy bien.
Miley-.Así que si no vuelves...
Nick levantó calculadamente la ceja
en ademán de sorpresa.
Nick-.Pero, si no me he ido a ninguna
parte.
Miley-.No me interrumpas. Si
destruyes nuestro matrimonio, haré que Demakis International destruya tu
empresa –se sentia tan nerviosa que sus rodillas empezaron a temblar.
Nick la estudió en medio de un
fulminante silencio, con un resplandor dorado en los ojos y el cuerpo quieto y,
aparentemente, relajado.
Miley-.¡Crees que no, pero lo haré! Éramos
muy felices y no dejaré que el dinero se interponga entre ambos.
Nick-.Debería habérmelo pensado dos
veces antes de chantajear a un Demakis para hacer que consumase nuestro
matrimonio. Aprendes rápido, pethi mou.
Miley tomó aire. Tenía los nervios en
un puño. Lo había conseguido. Había amenazado a su marido exactamente igual que
él la había amenazado una vez con arrebatarle todo lo que más quería en el
mundo. Y sin embargo, se sentía sucia, enferma. Avergonzada.
Miley-.Tienes algo que decir?
Nick-.Ataca con todas tus armas.
Miley-.Ésa no es una respuesta seria.
Nick-.Lo es. La coacción es una
táctica que no funciona conmigo -siguió mirándola fijamente-. ¿0 es que piensas
que Theo no lo intentó?
Miley tenía un nudo en la garganta.
Miley-.Así que tu respuesta es no?
Nick-.Mi respuesta es no.
Miley sintió cómo se le iba el color
de la cara. De repente, se esfumó el suelo bajo sus pies, pero alzó la cabeza
y, bien erguida, se encogió de hombros como si lo único que le hubiera
producido la respuesta de Nick fuera una profunda indiferencia. Dándose la
vuelta, empezó a caminar de vuelta a la calle.
Nick-.Pero, si me pides que vuelva
contigo por mi propia voluntad, entonces, creo que podremos solucionarlo todo
fácilmente.
Miley se detuvo inmediatamente, con
los ojos llenándosele de lágrimas.
Nick-.Te eché mucho de menos anoche
Ella tragó saliva y respiró hondo y
largo antes de volver a mirarlo a la cara.
Miley-.De verdad? -preguntó
Nick-.Me he acostumbrado al
matrimonio.
Miley-.Sí?
Un sollozo luchaba por escaparse de
la garganta de Miley. En tan sólo unos segundos, había empezado a subir del
abismo a la cumbre de la felicidad, aunque todavía se encontraba a medio
camino, aterrorizada un poco todavía por la incertidumbre de la situación.
Nick-.Me comporté como un *******
ayer. Dejé que los comentarios de Theo me afectaran demasiado. Exactamente lo
que él quería.
Miley-.No te culpo por haberte
enfadado -volvió a respirar con normalidad.
Nick-.Había un paquete esperándome en la oficina cuando
regresé esta mañana. Había dos copias de esa grabación
Miley-.Dios mío! ¿Mi abuelo te envío otra copia?
Nick-.Viéndolo otra vez, recuperé mi sentido del humor,
thespinis mou. Puse demasiado empeño en mantener en secreto nuestra
reconciliación. No debería haberme importado que Theo también quisiera que nos
reconciliáramos
Miley-.Theo fue siempre un obstáculo entre nosotros.
Nick-.Ne... sí, cuando éramos jóvenes
quizá. Pero ya no tiene por qué serlo. Me gustaría pensar que soy una persona
madura ahora su boca se contrajo por un momento-. Aunque me sentí bastante
estúpido e inmaduro cuando anoche intenté hacer una visita por sorpresa a mi
mujer y me empezaron a perseguir un puñado de perros asesinos.
Miley abrió de par en par sus azules
ojos al recordar el alboroto en la villa Demakis la noche anterior.
Miley-.Eras tú el intruso de anoche?
Nick-.Era yo
Miley se acercó a él y lo tomó de la
mano.
Miley-.Por qué no dijiste quién eras?
Nick-.Entonces no habría sido una
sorpresa.
Miley-.Tenía tantas ganas de que
vinieras... -dijo con voz titubeante-. Si hubiera sabido que estabas allí, tan
cerca de mí...
Nick-.Tenía una reunión muy
importante por la mañana... luego, había hecho planes para ir a verte y entrar
en la villa Demakis de forma más convencional.
Miley-.Si hubiera sabido que... no era
necesario que viniese a tu oficina...
Nick-.No sabes cómo me alegra saber
ahora que tú también estás dispuesta a luchar por mí, pethi mou -acercándose a
ella con la seriedad marcada en su rostro de perfil clásico.
Miley-.Te alegras?
Nick-.Hay algo que debería haberte
dicho hace tiempo. Algo que nunca he dicho a una mujer...te amo.
Miley se quedó boquiabierta.
Miley-.Lo dices en serio?
Nick-.Más que nada en el mundo.
Durante unos instantes, ayer, dejé que mi orgullo tomase el control y me
comporté como un estúpido. Pero nunca he dejado de amarte... y no creo que
nunca deje de hacerlo.
Al mirarlo, Miley casi no podía
respirar. Intentaba desesperadamente encontrar en su rostro una prueba de lo
que estaba diciendo con palabras. Y allí estaba la prueba, en sus bellos ojos:
toda la profundidad de la emoción, el afecto y la sinceridad ardiendo en el
fondo de sus pupilas. A su vez, Nick vio en su esposa la pasión que estaba
acostumbrado a despertar en ella, pero esa vez, la pasión iba a acompañada de
una profunda confianza en él y un afecto sin disimulo.
Nick-.Vámonos de aquí -agarrándola de
la mano.
E l tráfico de la ciudad era
horrendo, pero no les importó demasiado, ya que todo el camino de vuelta lo
pasaron besándose.
Miley-.En qué momento te enamoraste
de mí? - aprovechando un momento en que tuvo que separarse de él para tomar
aire.
Nick-.No lo sé... sinceramente, no lo
sé -mientras satisfacía su constante necesidad de contacto físico llevándose a
la boca la mano de Miley y lamiendo sus dedos uno por uno-. Primero éramos
amigos. Pero siempre estuvo entre nosotros esa barrera que nos impidió saber
qué fue lo que salió mal en la noche de bodas y que hizo que lo nuestro fuera
estrictamente platónico...
Miley-.A mí también me habría gustado
poder hablar contigo entonces... pero estaba tan herida y avergonzada...
Realmente llegué a creer que te emborrachaste porque detestabas haberte casado
conmigo.
Nick-.No lo detestaba en absoluto. De
hecho, en el altar me tuve que contener para no ponerme a pensar cómo te iba a
quitar ese traje -le confeso, haciendo que los ojos azules de su esposa se
abrieran de par en par por la sorpresa- A veces, eres tan inocente... -riendo
La confesión que Nick acababa de
hacerle hizo que Miley se olvidase para siempre de los viejos dolores y la
inseguridad que habíann acechado sus recuerdos de antaño. Siempre recordaría la
manera con que la mirada de Nick había recorrido el bajo escote de su vestido
de boda y le complació enormemente saber que, incluso en aquel entonces, su
cuerpo ya provocaba el deseo de su marido.
Nick-.Tan inocente, y a la vez tan
sexy - tocándola en el ascensor durante la subida a su apartamento-. Estoy
siempre desesperado por ti...
A Miley se le encendieron las
mejillas cuando las puertas del ascensor se abrieron para dejar entrar a otro
pasajero. Al llegar a su piso, Nick abrió la puerta del apartamento casi a
patadas, la cerró de un portazo y dio un beso a su esposa.
Nick-.Necesitamos un sitio donde
podamos tener más privacidad -le dijo de camino al dormitorio.
Miley.,La villa de mi abuelo, no. No
fue un lugar en donde fuera feliz. Creo que deberíamos venderla y buscar otro
sitio en Grecia donde podamos vivir cuando vengamos.
Entre besos y palabras llegaron a la
cama. Quitándose la ropa con frenesí, hicieron el amor de un modo
verdaderamente explosivo, renovando el lazo físico que había entre en ambos,
llenos de satisfacción y gozo.
Después de ello, Nick tomó la cara de
su esposa en sus manos.
Nick-.Te amo. Te amo tanto. Cuando
pensé anoche que te había perdido, me sentí enfermo... no pude dormir. Has
llegado a significar tanto para mí.
Miley-.Yo también te amo... no puedo
creer que ésta sea la primera vez que te lo digo.
Nick-.Sí, es cierto. Nunca me lo
habías dicho antes. Nuestro matrimonio empezó mal, ¿verdad?
Miley-.No pienses en el pasado. No
estabas listo entonces para esa clase de compromiso.
Nick-.Pero ahora sí lo estoy. Cuando
me pediste el divorcio, bueno... eso fue una especie de llamada de aviso. Me
volví loco; no sabía qué era lo que me pasaba, pero de repente me di cuenta de
que necesitaba hacer algo para no perderte. Pero estabas tan decidida... y
luego, la idea del banco de esperma me dejó conmocionado...
Miley hizo que sus posesivos dedos
recorrieran el apolíneo torso de su marido y, después, le dedicó una sonrisa
llena de picardía.
Miley-.Debo admitir que tú has sido
mucho más divertido que un banco de esperma.
Nick-.Se está volviendo usted muy atrevida,
señora Angelis -la censuró mientras le daba un tierno beso-. Me encantan las
mujeres atrevidas...
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