Sintió cómo le temblaban las piernas.
Miley-.Pero eso fue hace más de
quince años... y, por aquel entonces, mi abuelo creía tener un segundo hijo.
Gregoly-.Sí. Pero incluso bajo esa
creencia, usted habría heredado igualmente una sustancial parte del patrimonio
de Theo Demakis. Usted tiene en sus venas la sangre de los Demakis y eso era
algo que significaba mucho para él.
Se encontraba bajo estado de shock.
Su cuerpo no le respondía.
Miley-.Pero si mi abuelo ni siquiera
me dirigía la palabra...
Gregoly-.El señor Demakis era un
hombre muy complejo e inteligente. No siempre era fácil entender sus
decisiones.
El abogado y sus colegas prosiguieron
con la lectura de los activos que formaban parte del patrimonio de Theo
Demakis. Diez minutos más tarde, todavía seguían leyendo y Miley se había
quedado con la boca abierta.
Gregoly-.Obviamente tendremos que
reunimos para hablar de las formalidades necesarias.
Miley-.Obviamente -repitió, con la
vista nublada.
Gregoly-.No quiero importunarla más
por el momento. Ya ha sido un día suficientemente duro para usted. Un poco
antes de su muerte, el señor Demakis filmó una grabación que deseaba que usted
viese.
Miley-.¿Una grabación? ¿Sabía que
estaba enfermo?
Gregoly-.Sí. Prefirió mantener en
secreto el frágil estado de su salud.
El abogado entregó a Miley un DVD, le
indicó dónde estaba el reproductor y anunció que sus colegas y él permanecerían
fuera a la espera de cualquier pregunta que quisiera hacerles.
Con el corazón en un puño, Miley abrió
la caja sellada del DVD e introdujo el disco en el reproductor. Habían pasado
cinco años desde la última vez que lo vio en persona. En pantalla, la edad y la
palidez hacían mella en la complexión de su abuelo.
Theo-.¿Cómo se siente una al
convertirse en heredera y tener a su marido bien agarrado? –preguntó con una
sonrisa sardónica-. Mientras estoy grabando esto, Nick y tú estáis tomando el
sol en Italia y empezando una vida de recién casados. Puedes darme las gracias
por eso.
Miley-.Pero... ¡si no podías saberlo!
–saltó, presa del desconcierto, al descubrir que su abuelo tenía conocimiento
de su luna de miel.
Theo-.Me resultó muy sencillo
provocar una pelea con Nick. Te es increíblemente leal. Cuando te embargué esa
miserable casa donde vivías, a Nick le faltó tiempo para correr en tu rescate.
Sabía que lo haría. Y eso os unió. La adversidad saca lo mejor de Nick. Así que
empecé a presionarle financieramente robando contratos a su compañía. El
contraatacó. Incluso vendió su yate para comprarte Oakmere Abbey. ¡Qué
caballeroso por su parte! Desde entonces, y como seguro ya sabes, la campaña de
Demakis Internacional por hundir la compañía de tu marido siguió adelante.
Sabía que Nick estaba deseoso de librarse de mi influencia, así que le di
buenas razones para creer que lo había conseguido.
Miley-.Oh, ¡Dios mío! -murmuró, pues
al oír las palabras de su abuelo, todas las piezas del rompecabezas empezaban a
encajar.
En más de una ocasión se había
preguntado por qué pasaba tanto tiempo Nick en el trabajo y por qué recibía
tantas llamadas. Le había reprochado que dedicase tanto tiempo a los negocios.
Pero ahora se daba de cuenta de la verdadera naturaleza de las preocupaciones
de Nick, ya que su abuelo era un formidable oponente. ¿Cómo no se había dado
cuenta antes de lo que pasaba? Y, sobre todo, ¿por qué no se lo había dicho
Nick?
Theo-.Ahora Nick es tuyo. Lo tienes
en tu poder, Miley. Todo según lo planeé desde el principio -le aseguró su
abuelo.
Miley-.¡No es posible! -exclamó sin
poder creer lo que estaba escuchando.
Theo-.Eres una Demakis. Estoy
haciendo de ti una mujer muy rica y poderosa -continuó con satisfacción-. Si
hubiera sabido lo testaruda que eras, no habría utilizado la táctica que usé
hace ocho años. Pero me ofendía ver en una chica como tú los rasgos de carácter
que tu padre, Apollo, nunca tuvo. Eres igual de sentimental que él, pero al
contrario que él no eres débil en absoluto. Tienes que reconocer que elegí el
marido ideal para ti.
Cuando acabó la grabación, Miley se
quedó mirando al vacío. Su mente se llenó de pensamientos contradictorios. De
repente, sintió la perentoria necesidad de ver a Nick de inmediato, pero
primero se dirigió a Gregoly Lelas:
Miley-.Demakis International ha
estado intentando acabar con los negocios de mi marido. ¿Cuál es ahora la
situación?
Gregoly-.Creo que hablo por toda la
junta administrativa si digo que los directores no tienen la menor intención de
continuar con lo que, al parecer, era una vendetta personal -respondió con
elegancia-. Pero la situación es la que usted ordene que sea, señora Angelis.
Theo tomaba sus propias decisiones. Cuando se haga público el testamento, será
necesario que alguien con carisma y personalidad tome las riendas de Demakis
International.
Nick, pensó ella. Nick tomará las
riendas. Estaba segura de que eso era precisamente lo que su abuelo hubiera
querido. Los rumores de su increíble herencia habían comenzado a circular, por
lo que Miley pudo ver en los ojos que se giraban para mirarla. Se dio cuenta de
que las noticias iban a molestar indeciblemente mente a Cassia y eso le dio una
sensación de satisfacción.
Entró en la limusina. «Soy rica»,
pensó. Agitó un poco la cabeza para despejarse, pero la sensación de irrealidad
persistió. Esa vez era ella la que iba a resolver todos los problemas de Nick.
Había en ello una especie de justicia poética.
Nick estaba hablando por teléfono
cuando lo encontró. Sus ojos resplandecieron cuando la vio en el umbral de la
gran sala de recepción. Una sonrisa se dibujó en su varonil rostro y tendió la
mano para dar la bienvenida a su esposa. Ella le agarró de la mano y dejó que
la arrastrase contra su musculoso pecho mientras daba por concluida la llamada
con unas palabras en francés.
Nick-.Qué tal te fue en la casa,
pethi mou? -preguntó él.
Miley-.Nada mal... aunque Cassia
estaba allí y fue bastante desagradable.
Nick-.Nada nuevo en ella.
Miley-.lo miró sorprendida por su
respuesta-. Cassia admitió que echó algo en tu bebida el día de nuestra boda.
Nick-.Cómo conseguiste que confesara?
-levantó una ceja-. No me digas que usaste el potro de tortura...
Miley-.Lo hizo ella sola. No pudo
resistirse a alardear de ello.
Nick-.Qué arpía! -murmuró con
desprecio-. Tenía mis sospechas, pero nunca lo supe con certeza.
Miley-.Para ser franca, me gustaría
hablar contigo de algo mucho más importante que de Cassia... -enganchó sus
posesivos dedos en las solapas del traje de su esposo-. Por lo que tengo
entendido, mi abuelo pasó estas últimas semanas intentando destruir tu empresa.
Nick se puso completamente rígido y
se echó hacia atrás para mirar la cara de su mujer.
Nick-.¿Cómo te has enterado?
Miley-.No te lo vas a creer cuando te
lo cuente -suspiró, pensando en la grabación que había permitido a Theo hablar
desde la tumba-. Lo que no entiendo es por qué no me lo contaste.
Nick-.Espero que lo entiendas -frunciendo
el ceño-. Tú eres mi esposa y él era tu abuelo. La situación podría haberte
incomodado mucho.
Miley-.sí, pero...
Nick-.No estaba dispuesto a permitir
que eso ocurriera. Es mi obligación protegerte.
Miley-.Teniéndome en la ignorancia
durante semanas y semanas? Eso me hace sentir un poco estúpida, Nick. No soy
una niña. Somos iguales en este matrimonio. Si piensas que debes protegerme,
creo que también es mi trabajo apoyarte cuando vienen los tiempos difíciles.
Nick-.Eso que acabas de decir es muy
hermoso, thespinis mou -depositando un beso en la cabeza de Miley como si fuera
una niña.
Nick estaba tan cerca de ella, que Miley
podía oler el evocativo aroma de su piel y un erótico escalofrío le recorrió
todo el cuerpo.
Nick-.Pero si te hubiera dicho lo que
ocurría, eso habría estropeado nuestra luna de miel. Luego tuviste que
enfrentarte al trauma del aborto. La preocupación te podría haber puesto al
borde de la muerte. No podía permitirlo.
Miley-.Pero tenía derecho a
saberlo...
Nick-.No te pediré disculpas -le
quitó la horquilla con el que Miley tenía recogido el peinado y dejó que su
preciosa cabellera le cayera sobre las mejillas-. Si pudiera volver atrás en el
tiempo, habría hecho exactamente lo mismo.
Miley-.No. Claro que no...
Nick-.Ahora estamos casados de
verdad. Era muy importante que pasáramos un tiempo junto en Italia y que nada
estropease ese viaje. También era importante que te recuperases totalmente
después de perder al niño, ¿no crees?
Miley-.Pero ocultándome la verdad, me
apartaste de tu lado cuando más me necesitabas.
Los bronceados dedos de Nick elevaron
la barbilla de Miley para enfrentarse con la mirada de su esposa.
Nick-.Tú también me apartaste de tu
lado cuando perdiste el niño.
Miley-.Yo... ¿lo hice de verdad? -con
lágrimas en los ojos.
Nick-.Estabas destrozada. Yo quería
ayudarte, pero no me lo permitiste. Nunca quise tener un hijo. Pero el pensar
que llevabas un hijo mío en tus entrañas me conmovió. Recé hasta el último
minuto para que ocurriese un milagro y no abortaras.
Miley-.Oh... ¿Rezaste por ello? ¿En serio? Yo también lo
hice
Nick-.Cuando te sientas con fuerzas y creas que es el
momento, me gustaría que lo intentásemos de nuevo, thespinis mou.
Miley tragó saliva y la felicidad la
iluminó como un rayo de sol en un día nuboso. ¿Qué mejor momento que éste para
celebrar la posibilidad de una nueva vida?
Miley-.Mi abuelo se habría sentido
orgulloso.
Nick-.No quiero parecer falto de
respeto si digo que los deseos de tu abuelo me causan una total y completa
indiferencia.
Miley-.Eres libre de pensar así.
Nick-.¿Cómo es posible que tu sola
presencia me haga sentir tan excitado? –dijo atrayéndola contra sí con manos
impacientes e inclinando la cabeza para tomar posesión de su sonrosada boca.
Miley-.Hay una cosa que me gustaría
decirte -apartandolo de sus labios.
Nick-.¿Y no puede esperar esa cosa?
Nick jugueteó de nuevo con los labios
de su esposa. Al hundir la lengua en la húmeda boca de Miley, ésta le sujetó de
los brazos para apartarlo de nuevo.
Miley-.Creo que te gustará saber que
ya no tienes que preocuparte más por la presión de Demakis International sobre
tu empresa -susurró con una sonrisa luminosa.
Nick-.Siento decepcionarte, pethi mou
-murmuró Nick-, pero ya he solucionado ese problema por mi cuenta. El mismo día
que murió Theo, su campaña de golpes bajos y trucos sucios acabó de repente.
Era una guerra sin sentido económico.
Un poco desilusionada por no haber
conseguido darle la sorpresa que quería, pero igualmente feliz por las noticias
Miley-.Es fantástico. Me siento mucho
más aliviada.
Nick la levantó en brazos y la llevó
corredor abajo hacia una habitación amueblada con un estilo muy contemporáneo.
Miley-.Me llevé una sorpresa cuando
leyeron el testamento. Cassia mencionó a unos primos de Alemania...
Nick-.Todo el mundo ha oído hablar de
ellos -le robó un apasionado beso antes de dejarla sobre la cama-. Theo hubiera
hecho mejor dejando todo su maldito dinero a una buena causa humanitaria.
Miley se sentó sobre sus rodillas.
Miley-.¿0, quizá... a mí? -sugirió.
Nick-.Nunca tuviste la menor
oportunidad - rió con franqueza-. No creo que me gustara estar casado con
alguien diez veces más rico que yo.
Miley-.Estás absolutamente seguro de
eso?
Nick la miró. Sus largas pestañas
acentuaban la profundidad y claridad de su mirada.
Nick-.¿Por qué estamos hablando de
esto? ¿Te decepcionó que te dejara fuera del testamento?
Miley-.No... porque, veras... lo
cierto es que... no me dejó fuera del testamento.
Nick-.frunciendo el ceño -¿Qué te ha
dejado Theo? ¿Algún recuerdo familiar? Me sorprende que te dejara algo.
Miley-.Me ha dejado todo.
Nick se quedó absolutamente
petrificado.
Nick-.Theos mou... no puedes estar
hablando en serio.
Miley-.Todo: las casas, los coches,
las joyas, los negocios, los jets, el yate. Absolutamente todo.
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