MI ADORABLE JEFE CAP 7

Tia-.oh mira lo que ha hecho Harry

Al oír a Tia, Miley dejo de meter ropa en los cajones y miro a su alrededor para descubrir que el cachorro había ido al cuarto de baño del departamento. Había tomado un extremo del rollo de papel higiénico y lo había desenrolladlo por el salón.

Miley-.Harry!!! Otra vez! –protesto ya que era la tercera vez que lo hacía.

Excepto por el hecho de que lo hubiera hecho más veces en la mansión. A Tia le parecía divertido. Y a pesar del fastidio que resultaba recoger aquel desorden, el hecho de que le divirtiera a la pequeña valía la pena para Miley. Esa alegría sincera era el motivo del porque estaba allí. Era lo que esperaba encontrar en ese trabajo como parte de la terapia que se había prescrito.

Tia ya sabía qué hacer, así que sujeto a Harry para que no se volviera loco y siguiera desenrollando el papel mientras Miley lo recogía y lo tiraba a la basura. Para cuando acabo de hacerlo y salió del baño, Tia estaba sentada en el suelo riéndose mientras Max le lamia la cara.

Miley podía haber dejado a los cachorros en la casa mientras Tia y ella estaban en el apartamento desasiendo maletas. Pero allá donde fuera Tia iban los cachorros y Miley no había tenido las agallas para separarlos.aun así, el establecerse resulto un proceso lento y al final del lunes, después de pasar todo el día desasiendo las maletas y las cajas que había llevado en su coche, todavía estaba a la mitad

Tia-.Hemos acabado ya? –pegunto, cuando Max y Harry empezaron a jugar entre ellos ignorándola.

Miley-.solo un poco mas y volveremos a casa para prepararnos para la cena. Tengo un regalo para ti puesto que has sido tan buena y me has ayudado mucho.

Tia -.un regalo? –repitió con entusiasmo

A Miley le pareció que estaba sorprendida, a pesar que no pudo ver sus ojos ocultos bajo unas viejas gafas de sol que le había dejado ponerse. Completaba el atuendo con un pañuelo y dos cinturones de Miley que Tia se había puesto sobre su camisa y sus pantalones cortos, además de una braga que se había puesto por los hombros, a modos de mochila.

Tia-.cual es el regalo?

El regalo era uno de los recursos favoritos de Miley y se sorprendió que Tia hubiera estado tan entretenida durante tanto tiempo hasta que le había hecho falta recurrir a ello. Por lo general, con los niños con los que trabajaba, tenía que echar mano de los recursos que tuviera a su disposición. También estaba asombrada de que solo hubiera hecho falta un día para que Tia se encontrara a gusto con ella. Estaba acostumbrada a niños discapasitados, asustados, con fobias, enfadados, temerosos de extraños, con los que tenía que esforzarse para ganárselos.

Miley-.es una especie de regalo –intrigante

Tia-.como de grande?

Miley-.Muy grande –dirigiéndose a la cama. La noche anterior había ocultado el regalo debajo de la cama, después de dejar el coche aparcado cerca del apartamento, siguiendo la sugerencia de Demi. –Es un regalo demasiado grande como para envolverlo –se coloco de rodillas y saco una cama elástica.

Tia-.extrañada al verlo –que es?

Miley lo coloco junto a su cama para que el colchón sirviera como barandilla protectora.

Miley-.es una cama elástica

Tia-.y que se hace con eso?

Miley-.se subió a ella y se lo demostró –SALTAR!!!!

Esta vez, el asombro de Tia fue evidente puesto que se quedo boquiabierta.

Tia-.déjame hacerlo a mi –dando saltos de emoción al ver la demostración de Miley.

Una vez más, Miley se alegro de que fuera tan sencillo captar la atención de Tia, que siempre parecía dispuesta a probar cosas nuevas. Miley se bajo de la cama elástica antes de que pudiera ofrecerle su ayuda, la pequeña ya se había subido.

Miley-.antes que nada, deja que te quite algunas cosas. Las gafas pueden salir volando y se te pueden caer los cinturones.

Tia-.pero la capa no –refiriéndose a las bragas en su espalda

Miley-. No, la capa no. Puedes dejártela puesta mientras estemos aquí, pero tendrás que quitártela cuando nos vayamos del departamento –de ninguna manera iba a llevar a Tia con aquellas bragas floreadas a cenar

Mientras Miley intentaba quitarle los cinturones a la niña, la pequeña apenas si podía quedarse quieta.

Miley-.ahora toma mis manos y da pequeños saltos al principio hasta que te acostumbres

Tia no dudo en hacer lo que Miley le decía. En cuanto sus manos tomaron las de Miley, comenzó a saltar.

Tia-.me guta!! –saltando cada vez con más fuerza –ahora yo sola

Para entonces, Miley estaba segura de que Tia ya había aprendido y, puesto que la cama elástica estaba apenas un palmo del suelo, miley le soltó las manos.

Tia-.quítate –le ordeno, deseando hacer valer la independencia de sus tres años

Miley se aparto lo suficiente para sentarse en la cama. Todavía quería estar pendiente de la niña para asegurarse de que podía arreglárselas sola. Además estaba disfrutando observando la alegría que le proporcionaba. Aquello era más importante que deshacer las maletas. Ese era el motivo por el que había buscado aquel trabajo como niñera, para volver a tener contacto con los niños despreocupados y sin problemas. Antes de tener que tratar con niños enfermos, discapacitados o maltratados, estar con niños le resultaba divertido. Había sido un modo de salir de su caparazón, de su carácter tímido y reservado y de comportarse con mayor libertad.

Y eso había sido importante para ella, sobre todo desde que se diera cuenta que ese carácter tímido y reservado la hiciera parecerse a su abuelo, el anterior y estirado reverendo del pueblo. No era tan sentenciosa, estricta ni desalentadora como el reverendo, pero tendía a ser controladora y había descubierto que trabajar con niños le resultaba de ayuda para contrarrestar. Y justo en aquel momento lo necesitaba más que nunca. De hecho, si no encontraba la manera de conseguirlo, no estaba segura de poder seguir como psicóloga infantil. Mentalmente sabía lo que estaba ocurriendo: era una reacción ante un hecho traumático. Sabía que, si no hacia algo pronto para superarlo, su carácter timido, recervado y reticente volvería a aparecer y quizá le fuera imposible superar el nerviosismo que había desarrollado. Aquel nerviosismo le hacía sobresaltarse ante el mas mínimo ruido o cada vez que alguno de los niños se le acercaba sin hacer ruido. Tenía miedo de que acabara volviéndose tan desconfiada como lo había sido su abuelo, y eso la hiciera convertirse e n una persona distante, desagradable e intocable.

Porque la imagen de Nick Jonas apareció en su mente al pensar que no quería ser intocable? Cierto era que no estaba allí para liarse con el hombre que era su jefe... tenía cosas que resolver, cosas que la habían puesto en una difícil coyuntura en su vida y en su carrera. No necesitaba complicarse aun más teniendo un romance con nadie y mucho menos con el hombre que la había contratado para cuidar a su hija. La niña era otro componente más. Tia podía resultar herida por una situación como la de que su niñera tibiera una aventura con su padre. Una cosa era que los Jonas la trataran como de la familia, y otra cosa era darle a Tia la falsa sensación de una familia que en realidad no existía. A la vez la idea de no mostrarse intocable ante Nick persistía ante la misma manera que su imagen que tenia de él antes de que se fuera la noche anterior…quizá aquella persistente imagen se explicaba por el hecho de que hubiera tanto de él en aquel apartamento. Su esencia estaba en todos los trabajos artesanales y en los toques personales que casi parecían la marcar del sitio. Él mismo había reformado el apartamento y lo había decorado con muebles que él mismo había diseñado y creado. Justo en aquel momento, Tia salto demasiado cerca del borde y a punto estuvo de perder el equilibrio, pero enseguida lo recupero y siguió saltando. Miley pensó que era lo que le estaba pasando: había perdido el equilibrio y allí en Northbride, trabajando con Tia, esperaba volver a recuperarlo.

Y aparte de lo guapo que fuera Nick Jonas, de lo sexy y atractivo que pudiera llegar a ser cuando estaba con su hija o le leía un cuento antes de darle su beso de buenas noches, tan solo debía fijarse en él por lo buen padre que era. Porque nada podía desequilibrarla más que una relación con un hombre y eso era lo último que necesitaba.

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