MI ADORABLE JEFE CAP 30

Una de las tareas favoritas de Nick a la hora de hacer muebles era el lijado de las piezas de madera de modo artesanal, a la manera antigua. Habia algo en el proceso que le relajaba y que le ayudaba a pensar con claridad.

Aquel lunes por la mañana, mientras trabajaba haciendo una mesa de comedor, sus pensamientos estaban puestos en Miley y en la noche que habian pasado juntos.

La noche anterior habia sido especial para él.

Y no solo por que apenas hubiera echado una cabeciada entre las tres veces que habian hecho el amor antes de irse al amanecer para estar en casa cuando Tia se despertara.

Habia pasado otras noches de pasion antes que aquella, ya que ni Joe ni él eran unos santos. Pero nunca, ni siquiera con Delta, habia pasado una noche como aquella. Y todo por que la noche anterior la habia pasado con Miley.

La mesa en la que estaba trabajando estaba hecha de roble. La tabla estaba compuesta de dos amplias planchas, cuya union resultaba bonita e interesante desde todos los angulos. La madera provenia de dos envios diferentes, de arboles distintos y, en cuanto Nick puso sus ojos en aquellas piezas, supo que harian una union perfecta. Asi se habia sentido la noche anterior con Miley. No podia explicarlo. Nunca antes lo habia sentido con ninguna otra mujer. Tumbado con ella en la cama, despues de hacer el amor por primera vez, habia tenido la sensacion de haber encontrado a su media naranja. Desde entonces, no habia dejado de pensar en ello.

Pero ahora, a la luz del dia, aquella agradable sensacion parecia contraria a toda logica. No podia dejara de pensar que ser niñera no era el verdadero trabajo de Miley. Tenia tan buena formacion como Delta y, al igual que ella, estaba muy volcada en su carrera para consguir lo que habia conseguido. El tiempo que estaba pasando alli suponia un respiro en su trabajo, al igual que estar con él lo habia sido para Delta cuando se habian conocido.

Sin parar, siguio lijando la madera mientras pensaba.

En algunos aspectos, la comparacion entre Miley y Delta parecia una broma. Al principio, Miley se habia comportado como Delta era ahora, estirada y formal. Pero una vez que se habia sentido comoda, habia demostrado ser calida y cariñosa. Y aun que por caracter tendia a ser timida y reservada, tambien lo habia superado.

No, la forma de ser de Miley no tenia nada que ver con la de Delta y eso era algo bueno. Pero las otras cosas, la educacion y la entrega a su profesion, habian sido las que estroperon su relacion y era posible que, con el tiempo pasara lo mismo con Miley. Habia acabado por aburrir a una mente privilegiada y no habia motivo para pensar que no aburriria a otra. O quizá no, reflexiono. No imaginaba a Miley llamandolo tonto con la mirada como Delta habia hecho en la ultima etapa de su matrmonio.

Sabia que el afan de Delta por destacar los habia distanciado y el hecho de que nunca le hubiera confiado sus problemas y preocupaciones. Pues le habia dicho que no queria molestarle con sus cosas, que él estaba ocupado con su negocio y no queria interferir. Pero cuando su empresa estuvo en marcha, Delta habia continuado sin interesarse por sus opiniones. Para cuando la venda se le habia caido de los ojos, le habia dicho que no queria perder el tiempo hablando de cosas con alguien que no las entendia y que no le ofreceria ninguna solucion valida.

Lo cual queria decir que desde el primer dia le habia tenido como alguien incapaz de seguirla en al plano intelectual. Pero eso no le habia ocurrido con Miley. Ella le habia confiado lo de su agresion le habia hablado de su familia y de su infancia bajo el control del reverendo. Incluso las veces que habia hablado como psicologa sobre Tia, no lo habia hecho para hacerle sentir como un tonto sino para ocultar sus propias inseguridades, tal y como lo habia reconocido en una ocacion.

Estaba seguro que Miley no tenia una mala impresion de él y de su inteligencia, como Delta, penso mientras soplaba el serrin antes de seguir lijando la mesa.

Ademas, no era el estilo de Miley el mirar a los demas con superioridad. Miley era una persona integra y, aun qaue habia sido educada en una moral estricta, era consiente de que habia heredado algunos rasgos de su abuelo y se esforzaba en no acabar pareciendose a él.

Miley se comportaba con naturalidad, incluso despues de haber esperimentado una experiencia traumatica aumentando sus provabiliadades de comortarse como su abuelo, no estaba dejando que ocurriera.

No habia motivos para estropear lo que sentia por ella. pero si asi era, entonces que? Que futuro veia para él y la mujer con la que encajaba como las piezas de roble de aquella mesa?

Por ella sentia algo mucho mas fuerte que nunca sintio con Delta.

Nuevamente soplo el serrin de la mesa y paso la mano por la zona de la mesa que habia estado lijando. Estaba suave como la seda y eso le hizo recordar la piel de Miley. La deseaba tanto que apenas lograba controlarse.

 Esa mañana al atravesar el patio desde el apartamento al amanecer, habia contado las horas que quedaban para que Tia volviera a meterse en la cama y Demi se fuera a dormir. entonces, volveria al apartamento del garaje para verse a solas con Miley. En eso habian quedado antes de dejarala.

Pero iba a ser asi todo el verano? Continuarian comortandose durante el dia como si no hubiera nada entre ellos, a la espera de meterse en su habitacion cada noche? Seguiria pasando cada noche con ella antes de volver a su casa antes de que amaneciera?

Eso se le hacia vulgar y de mal gusto. No era asi como queria que fueran las cosas con Miley. Detestaba la idea de andar escondiendose y disimulando. Queria que las cosas fueran abiertas y naturales.

Claro que en ese caso, Tia podia verse afectada tambien. Y si iba afectar a Tia, aquello no podia sera algo pasajero. Tenia que haber algun tipo de compromiso, tenia que saber que habia posibilidades de un futuro común.

Asi que se quedó pensando en eso y en convertir a Miley en madrastra de Tia.

Ese pensamiento hizo que dejara de trabajar. Se enderezó y se levantó de la mesa, mientras pensaba en el futuro, en compromisos y en matrimonio.

Y por alguna razon, todo aquello no le desagradaba.