EL PECADO DE JOE CAP 1

Vestía unos shorts rojos y una blusa negra. Era esbelta, distinguida, de piernas perfectas. El pelo tan negro como la noche y los ojos verdes con una expresión melancólica, que ocultaba el gran temperamento, casi siempre sojuzgado, de Demi Lovato. Esa mañana de intenso calor, Demi atravesó la terraza

Lucas-. Buenos días señorita Demi. Quiere que le ensille un caballo?

Demi-. No muchas gracias, Lucas

Y se alejo enseguida de todas las miradas de los hombres que la admiraban. Hombres que trabajaban para su padre.

Desde el ventanal, Emma dejo de mirar hacia el patio y se dirigió a su esposo.

Emma-. Allá va tu hija provocando a los obreros con su presencia

Patrick Lovato se agito en su silla de ruedas y exclamo alterado

Lovato-. Me descompone que después de tres años no le hayas tomado cariño a mi hija

Emma-. Patrick, a Demi no le interesa mi cariño. Ella nunca me perdonara que me hay casado contigo

Patrick miro a su joven esposa. Muy joven, si. Se había casado con ella tres años antes, cuando considero que Demi ya era toda una mujer. El entonces era un hombre gallardo, erguido, emprendedor. Después de 15 años de viudez, dedicado solo a su hija, quería quemar los últimos cartuchos de juventud y fue a pasar una temporada a carolina del norte, muy lejos de Texas, de su finca, de sus plantaciones, de aquel mundo monótono al que se había consagrado. Allí conoció a Emma y sintió revivir la pasión. Se caso con ella y un día regreso a Dallas sin advertirle a Demi que se había casado. La chica fue lo bastante discreta para no hacer preguntas, pero jamás tolero a Emma.

Lovato-. A donde habrá ido Demi?

Emma-. Oh por favor querido. Nadie sabe lo que hace Demi. El día menos pensado aparecerá con un hombre y te dirá que va a casarse

 Lovato-. No podrá por que Demi tiene que ser la esposa de Cole –entorno los ojos, y Emma vio en ellos un frio destello.

Emma-. Es una absurda boda que le quieres imponer, Patrick

Lovato-. Que le impone el deber

Emma-. El deber de tu ambición o el deber de tu conciencia

Lovato-. Emma me estas irritando

Le agradaba irritar a su marido. Era como un desquite que imperaba en ella desde que se caso con él por mejorar su situación. Por eso detestaba a Demi, porque era joven y estaba destinada a casarse con un hombre que deseaba para sí, porque era bella y libre y tenía fortuna propia.

Emma-. Perdona querido, pero voy a tomar aire un rato. Te importa quedarte solo?

Lovato-. No. Solo no tardes en volver

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se que les prometi poner esta mini nove y aqui esta