martes, 21 de octubre de 2014

DINASTIA GRIEGA CAP 7



Las mejillas de Miley ardían. No podía creer que ocho años después de aquello hubiera tenido el valor suficiente de echarle en cara aquel humillante episodio.
Nick-.Estás diciendo que no pasó nada entre nosotros la noche de bodas? -sus ardientes ojos dorados se clavaron en el rostro de Miley -. ¿Nada... en absoluto?
Miley-.No puedo creer que eso sea una novedad para ti -con la cabeza gacha, mirando hacia el suelo.

La rabia atravesó el pecho de Nick como si fuera una bola de fuego. Bajo sus efectos, sintió un mareo. No podía recordar haber estado nunca antes tan enfadado. Y sin embargo, el descubrimiento que acababa de hacer alejó por fin el oscuro fantasma de la culpa que lo había estado atormentando durante tantos años. No había maltratado a Miley en la noche de bodas. Se sintió liberado. Con un discreto movimiento de cabeza, impidió que el camarero entrase en la habitación con un carrito lleno dé comida. Apretando la mano de Miley, salieron ambos de la habitación con ánimo imperioso. Una emergencia inesperada, le dijo al director del hotel. Con sus guardaespaldas caminando detrás y privándoles de intimidad, Nick se dirigió hacia el helicóptero sin ofrecer aún una explicación a Miley.

«¿Qué ocurre? ¿Adónde vamos? ¿Qué pasa con la comida? ¿Por qué te comportas así?». Todas esas preguntas se le pasaron por la cabeza pero la precaución le impidió verbalizarlas en voz alta. ¿Tanto se había sorprendido al recordarle que su matrimonio no había sido consumado? Eso no concordaba con su carácter; el Nick Angelis que siempre había conocido era demasiado impasible como para tener una reacción así.
 De vuelta en la granja, Nick abrió de golpe la puerta delantera y entró en la sala de estar dando grandes zancadas. Una llama de ira surgió de sus impresionantes ojos dorados.

Nick-.Te das cuenta de que, durante ocho años, he estado culpándome por algo que nunca hice?
Miley-.No sé de qué estás hablando -le devolvió la mirada, con el ceño fruncido por la confusión-. ¿De qué te has estado culpando?
Nick-.Cuando me desperté a la mañana siguiente de nuestra boda, estaba desnudo... -avanzó, dominando la habitación con su mera presencia.
Miley-.Tus amigos te desvistieron...
Nick-.Alguien había vuelto a hacer la cama.
Miley-.Me pediste un vaso de agua y lo derramé encima de la cama, así que cambié las sábanas -no podía creer lo que estaba oyendo-. ¿Quieres decir que estabas tan borracho que, al día siguiente, no recordabas nada?
Nick-.Todavía sigo con la mente en blanco. No recuerdo lo que ocurrió durante la cena ni tampoco el resto. Hasta la mañana siguiente. Amnesia total. Pero ya te lo dije en su momento...

Miley apartó la mirada, llena de tensión. El calor de la habitación era sofocante y abrió la puerta del patio para dejar que entrase aire fresco.

Miley-.Asumí que aquello era sólo una excusa, algo que estabas diciendo para ocultar que...
Nick-.Y por qué iba a mentir?
Miley-.Porque es lo que la gente hace cuando bebe demasiado alcohol... -replicó dejando escapar un profundo suspiro.
Nick-.Por lo que he oído, tu madre no podía decir la verdad estuviera borracha o sobria. Así que no nos compares.
Miley-.No tienes derecho a decir eso de ella -pero se dio cuenta perfectamente de que Nick y su madre eran tan parecidos como la noche y el día.
Tish había lamentado en su momento que Miley se hubiera negado a beneficiarse económicamente del matrimonio aceptando que Nick le pagara una pensión. Los ácidos comentarios que su madre le hacía a Nick cuando éste iba a visitarlas habían hecho que Miley le pidiera a su marido que los encuentros tuvieran lugar en Londres.
Nick-.No te mentí cuando te dije que no recordaba nada... -posó en ella sus dorados ojos.
Miley-.Puede que tengas razón, pero en cualquier caso, no te conocía lo suficiente como para saber si decías la verdad o no.

Todavía enfurecido, Nick dio un paso atrás y le dio la espalda a Miley con los nervios en tensión.

Nick-.El día después de la boda te empezaste a alejar de mí - respiró con dificultad-. Bajabas la mirada. Ni siquiera podías soportar que te tocase.
Miley-.No quiero hablar de esto! -exclamó, mientras se formaba una tormenta en su interior. Recordaba poderosamente el rechazo que había sentido la noche de bodas. Había aprendido a vivir con ello, aunque aún se despreciaba por haber aceptado aquel trato.
Nick se dio la vuelta para mirarla con asombrosa rapidez.

Nick-.Aunque te resulte duro, quiero que hablemos de ello. Esta vez no es mi intención ridiculizar tus anticuadas ideas acerca del sexo.
Miley-.Tampoco quiero yo hablar de tus ideas acerca de la fidelidad conyugal -dijo con el aliento entrecortado.
Nick-.No tienes ningún derecho a echarme eso en cara -se acercó a ella indolentemente, observando cómo la luz del sol iluminaba las mechas de oro y ámbar de su cabello, mientras se preguntaba cuándo era la última vez que había visto una melena con un aspecto tan natural-. La próxima vez no lo toleraré.
Miley-.No quiero discutir... -dijo, sintiéndose incómoda por la manera que tenía de mirarla.
Nick-.Y qué hay de mis necesidades y mis deseos? -replicó Nick, duro como un diamante cortando a través del acero-. Todavía hablas como si yo hubiera sido el que eligió emborracharse aquella noche. Echaron algo en mi bebida...
Miley-.Es lo mismo que dijiste entonces -deseaba acabar con la conversación, puesto que había perdido las esperanzas de que se callara.
Nick-.Tampoco lo creíste? -dejó escapar una risa incrédula.
Miley-.No, tampoco.
Nick-.Pero es la verdad. Echaron algún tipo de droga en mi bebida. A alguien le debió parecer una broma muy divertida, pero desde luego no me hizo ninguna gracia –dijo con sequedad-. Arruinó nuestra boda y me, sentí humillado.

Aunque Miley estaba dispuesta a aceptar que había dicho la verdad, apartó su mirada de él. Estaba muy pálida. Todos los invitados a la boda sabían por qué Nick se casaba con ella y le habían expresado sus simpatías. A ella, en cambio, la habían despreciado, pues al fin y al cabo no era más que una extranjera, además de ser la nieta de un hombre muy poco popular. Pero, ¿había sido realmente una broma el drogar a Nick? ¿O había sido, por el contrario, un favor? En cualquier caso, Nick no había estado en condiciones de actuar apropiadamente como un novio de verdad. Cualquiera podría haber pensado que echarle droga en la bebida era la mejor manera de ofrecer a Nick un modo de escapar a sus obligaciones en la noche de bodas, considerando lo poco atractiva que era la novia con la que se había casado. Estaba convencida de que las risitas que ese día había escuchado a sus espaldas seguirían presentes en su memoria hasta el día de su muerte.

Miley-.Yo me sentí mucho más humillada que tú –musitó, tragando saliva y con las lágrimas a punto de resbalar por sus mejillas.

Con un movimiento que tomó a Nick por sorpresa, Miley le dio la espalda y salió caminando apresuradamente hacia el jardín. Se detuvo bajo los manzanos y llenó sus pulmones de aire fresco, luchando por mantener la compostura.

Nick-.¿Cómo es posible que te sintieras más humillada que yo?
Sorprendida, Miley se dio la vuelta. Nick estaba en la terraza. A Miley le atravesó un punzante dolor cuando observó sus hermosas facciones.

Miley-.Cuando te obligaron a casarte conmigo, tus amigos y tu familia sentían una gran pena por ti -le recordó-. ¡Nadie se sorprendió cuando te vieron tan reticente a acostarte conmigo aquella noche!

Un vago rastro de color tiñó las mejillas de Nick, que parecían como esculpidas con cincel. Nunca había pensado que Miley tuviera tan poca autoestima.
Nick-.No es posible que pensaras eso. ¿Cómo fuiste capaz de hacer un drama de tan poca cosa?
Miley-.No era tan poca cosa -lamentándose amargamente por su ingenuidad, agachó la mirada y volvió adentro. No conseguía quedarse quieta. Los recuerdos amenazaban con llevarla de vuelta a un sitio adonde no quería regresar y, por otro lado, tampoco veía qué iba a sacar en claro si empezaba a revivir las agonías que había sufrido de adolescente al comprobar cómo su boda se había convertido en una tragedia gótica.

Nick-.Es acaso la humillación que crees haber sufrido aquella noche la causa de que no quieras hablar de ello?
Miley-.No insistas.
Nick-.Te sorprende que lo haga? -escrutó el rostro de Miley con sus hipnóticos ojos-. Yo no sabía qué es lo que había pasado aquella noche y tú te negabas a decírmelo, así que asumí lo peor. No tenía control de mí mismo después de tomar aquella bebida. Y por tu forma de comportarte al día siguiente pensé que te había hecho daño de alguna manera...
Miley-.Daño?
Nick-.En la cama... Pensé que te había ofendido, que te había forzado a hacer algo que no querías. ¡Yo qué sé! -prosiguió cada vez más impaciente y disgustado-. Nunca se me ocurrió pensar que ni siquiera hicimos el amor.
Miley-.En el estado en el que te encontrabas, ni siquiera te hubiera dejado ponerme la mano encima... -no sabía dónde mirar. El sonrojo le ardía en el rostro
Nick-.Pero soy mucho más grande y fuerte que tú -dijo con voz grave-. Eras virgen y yo no me encontraba en el estado más apropiado para tener eso encuenta. Cuando al día siguiente te negabas a mirarme, ¡me sentí como si fuera un violador!
Miley-.Oh, no... -desolada por lo que estaba oyendo, lo miró llena de pena-. No puede ser cierto.
Nick-.Qué otra cosa podía pensar? -los centelleantes ojos se clavaron en los de Miley -. Cuando intenté besarte empezaste a sollozar y saliste disparada como una bala para encerrarte en otra habitación...

Miley suspiró. Empezaba a ver las cosas desde el punto de vista de Nick y se sintió culpable. Por desgracia, no quería hablar de todas aquellas cosas que Nick le estaba haciendo recordar. Y sin embargo, si era cierto que Nick había perdido la memoria de aquella noche, lo justo era que ella le ayudase a rellenar las lagunas que tenía en la mente.

Miley-.Antes de que te desmayases en la cena habías desaparecido y yo fui a buscarte. Estabas con Cassia Morikis -le dijo en un tono apagado, carente de toda emoción.
Nick-.Me acuerdo de esa parte de la velada -frunció el ceño-. Entonces todavía estaba sobrio porque lo recuerdo perfectamente. Cassia estaba alterada. La saqué de la sala porque no quería que montase una escena delante de todo el mundo.

Miley se mordió el labio inferior y lamentó no haberse dado cuenta antes de que Nick iba a salir con un argumento del estilo del que acababa de utilizar. Nick era muy ágil cuando se ponía a la defensiva.
Miley-.Cuando os vi, estabais abrazados como si fuerais Romeo y Julieta. Te aseguro que la cosa no parecía tan inocente como tú lo cuentas -contraatacó
Nick-.Y por qué no hablaste de ello cuando ocurrió? -le exigió con un repentino enfado-. Créeme, no ocurrió nada...
Miley-.Estabas besándola! -le gritó, perdiendo la compostura.

Nick sostuvo su mirada acusadora con una frialdad desafiante al tiempo que pensaba en lo sexy que resultaban los labios de Miley.
Nick-.Cassia se echó a llorar y me besó... Intenté apartarla...
Miley-.Claro, y entonces yo ya me había ido... En cualquier caso, ya me da igual -le respondió con los labios apretados y dos sombras sonrosadas iluminándole las mejillas-. Lo único que quiero de ti ahora es el divorcio.
Nick-.Olvídate de eso. Eres una Angelis. Eres mi esposa. Toda esta conversación me resulta ofensiva...
Miley-.No lo es -sus ojos azules se oscurecieron por la emoción-. Lo que es ofensivo es que me digas que no tengo derecho a pedirte el divorcio.
Nick se irguió alzando su poderoso pecho, respiró hondo, dejó escapar un lento y bien medido suspiro
Nick-.No crees que deberíamos dar una oportunidad al matrimonio antes de empezar a hablar del divorcio?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Holaa Chicaas(: Graciaas por dejaar suus comentarioos,, Sigaan asii porfaas Graciaas Luna&Mimi laas amaan'♥